EL NUEVO DIARIO.- Roger Federer fue recibido como un héroe en Suiza tras conquistar su décimoctavo título de Grand Slam al derrotar a Rafa Nadal en la final del Open de Australia y ampliando las distancias con el tenista de Manacor, su más inmediato perseguidor en ese apartado.
Acompañado de su familia, su esposa Mirka y sus cuatro hijos, Federer aterrizó este martes en el aeropuerto de Zúrich donde le estaban esperando cientos de fans.
Y, entre ellos, dos de muy especiales: el padre y la madre del tenista helvético, Robert y Lynette, orgullosos por el nuevo logro en la extraordinaria carrera de su hijo.
Ellos son habituales en las pistas de todo el mundo, se les ha visto celebrando las victorias de su famoso retoño, pero esta vez no viajaron a Melbourne para apoyar a Roger, lo que indica que ni el propio Federer contaba con alcanzar un éxito tan grande.
A su salida a la terminal, con la Norman Brookes Challenge Cup en sus brazos, Roger fue recibido por una salva de cencerros y gritos.
Pese al cansancio del viaje desde Melbourne, el campeón no tuvo ningún inconveniente en posar con sus fans.
