Desde la Colonia hemos sido víctimas de gobernantes dedicados al servicio de ellos y los suyos para sustraer por medio de diversas formas dineros y los vienes del pueblo Dominicano.
Los tiranos y sus familiares, sus funcionarios y allegados después hicieron del robo al erario su forma de vida y de garantía para su futuro, lo mismo y quizás con más saña ha pasado en la democracia donde el irrespeto a la ley y la desfachatez para hacer pública ostentación de riquezas mal habidas es una vergonzosa realidad.
Desde el contrabando, la droga y toda clase de robos al pueblo pobre que es digno de mejor suerte han estado y están dolorosamente presente en una sociedad asombrada ante tanta bajeza a todos los niveles.
No es hacer ahora compromiso con la honestidad y reclamar sanción para el tráfico de drogas y todas las formas de corrupción, es hora de frenar el robo a un pobre pueblo pobre antes que por acción de ese pueblo cansado de ser robado se levante y mande todo al carajo!
Por GERMÁN MARTÍNEZ