EL NUEVO DIARIO, JOHANNESBURGO.- La Fiscalía sudafricana retiró hoy los cargos contra todos los acusados en una investigación sobre presuntas irregularidades millonarias en el funeral del expresidente sudafricano Nelson Mandela (1994-1999), celebrado en 2013.
La decisión fue adoptada por la acusación pública de la provincia del Cabo Oriental (sureste) -la región natal de Mandela y donde fue enterrado-, sin perjuicio de que se puedan abrir futuras investigaciones..
«El director interino de la Fiscalía (del Cabo Oriental) llegó a la decisión de retirar provisionalmente el caso porque no piensa que estén listo para proceder según la fecha fijada para las próximas comparecencias (judiciales), fijadas para el 13, el 17 y el 30 de mayo», señaló la directora de Comunicación de la Fiscalía nacional sudafricana, Bulelwa Makeke, según recogió el portal local News24.
La apertura de las investigaciones y el posterior proceso judicial se remonta a finales de 2017, cuando la defensora del pueblo de Sudáfrica, Busisiwe Mkhwebane, presentó un informe en el que destapaba un gasto irregular de unos 300 millones de rands (unos 21 millones de dólares al cambio actual) en la celebración del funeral del expresidente Nelson Mandela.
El dinero había partido de fondos públicos destinados a servicios y a desarrollo de infraestructuras sociales.
Las acusaciones afectaban tanto a instituciones de la provincia del Cabo Oriental -controlada por el oficialista Congreso Nacional Africano (CNA)-, como al Tesoro y distintos ayuntamientos que participaron en la celebración del funeral.
Como ejemplo, Mkhwebane habló de que los costes en camisetas fueron inflados y no pudieron ser verificados, o de que algunos proveedores de servicios no estaban registrados y parecen haber aparecido «de la nada» en las bases de datos.
Para la defensora del pueblo, estas irregularidades se vieron favorecidas por la falta de un plan coordinado y ajustado a la ley para la preparación del funeral de Estado.
Unos meses después, el presidente del país, Cyril Ramaphosa, encargó a la gubernamental Unidad Especial de Investigación (SIU, por sus siglas en inglés) investigar oficialmente las acusaciones.
El entierro del Nobel de la Paz y primer presidente negro de Sudáfrica (1994-1999) se celebró el 15 de diciembre de 2013 en el pueblo de Qunu, donde pasó su infancia, con la presencia de miles de personas y autoridades internacionales.
