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24 de abril 2024
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OpiniónKelvin JiménezKelvin Jiménez

Respeto a la autoridad

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La indignación que causa el uso excesivo de la fuerza de un miembro de la policía contra un ciudadano, es equivalente al fuerte golpe que recibió un oficial superior por parte de un manifestante en San Francisco de Macorís, pero peor aún es observar las burlas de connotadas figuras del medio ante este hecho, sin detenerse a reflexionar sobre los efectos de este tipo de comportamiento anárquico en nuestra sociedad.

Antes de iniciar esta reflexión y lo chocante que ha sido en lo particular, es señalar que en este contexto de sociedad de la información y redes sociales, existen personas cierta notoriedad  y otras con una gran cantidad de seguidores, que son nombrados en la actualidad como influenciadores  digitales, que son el referente primordial de empresas y sectores políticos para llegar a una gran audiencia.

Los centenials y millenials los han elegidos como guías modernos, y por vía de consecuencia tienen una gran responsabilidad lo que a su vez debe mover a toda la sociedad a una profunda deliberación sobre  el tipo de sociedad que tenemos y el sistema de valores que impera en ella, los mensajes que transmiten, y cómo visualizamos el futuro, desde el punto de vista de la convivencia humana.

Los memes, comentarios burlones, y videos que repetían la caída del oficial, fueron tendencia en las redes, más que centrarme en el hecho en sí, prefiero recorrer la periferia y el primer elemento que me encuentro es con el miedo. Nuestros agentes del orden actúan  con temor, que es generado principalmente a perder sus años de trabajo, a ser sometido a la acción de la justicia, y a la falta de garantía de protección  ante el ejercicio de sus funciones.

La Dirección de la Policía Nacional ha contribuido con su laissez passer para que en el día de hoy, nuestros policías se encuentren en esta situación de vulnerabilidad, hemos llegado al punto que cualquier sujeto se cree capaz de tirar por el suelo la honra y el orgullo de esta  institución del orden. Urge darse las condiciones para que crear de forma permanente una comisión de apoyo al ejercicio de la función policial, que investigue las actuaciones y vele por los intereses de sus miembros, incluso accionado en justicia cuando la verdad de los hechos así lo permita.

Este acontecimiento pone al desnudo la afectación al concepto autoridad desde punto de vista sociológico y como los límites establecidos en la relación padre-hijo, personas mayores-jóvenes, policía-ciudadano van perdiendo sentido, asumiendo unos patrones de comportamiento que colocan en una situación de peligro la convivencia pacífica y el respeto que debe primar en una civilización.

De igual forma cabe señalar, que el abuso de autoridad también mina y deteriora la imagen de autoridad, creando una rebelión ante el sujeto desaprensivo que representa la ley, por consiguiente cada actuación policial tiene que estar sujeta a la racionalidad, proporcionalidad y los principios rectores de un sistema democrático y de derecho. Ya Thomas Hobbes 1651, en su obra el Leviatán, lo expresó  de la siguiente manera: que la autoridad suprema tiene como finalidad de que los hombres sean protegidos entre sí mismo.

La agresión a la autoridad, es una agresión a todos los ciudadanos que deseamos vivir en una sociedad de valores y respeto a la dignidad humana, ejercer violencia bajo la premisa de que la autoridad se está extralimitando en sus funciones nos define como una comunidad selvática donde la bestialidad y la barbarie serán  el común denominador.

Y para ultimar, es propicio recordar la frase de Platón: “Cuando una multitud ejerce la autoridad, es más cruel aún que los tiranos”.

Por Kelvin Jiménez

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