EL NUEVO DIARIO, BUENOS AIRES.- El secretario de Comunicación y Prensa de la Presidencia argentina, Juan Pablo Biondi, persona de confianza del presidente argentino Alberto Fernández, renunció de forma «indeclinable» este viernes en medio de la crisis política por la derrota gubernamental en las elecciones primarias del domingo pasado y tras las críticas que recibió de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
«Motiva esta decisión la crisis desatada en las últimas horas y espero que mi alejamiento del cargo contribuya a pacificar en parte, estos momentos difíciles que nos toca vivir», dijo Biondi en una carta dirigida al presidente Fernández y que publicó en su cuenta de Twitter.
La vicepresidenta Fernández había advertido este jueves en una carta difundida en redes sociales -repleta de críticas hacia el núcleo presidencial y principalmente por la gestión económica- que no iba a seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre ella y «sobre nuestro espacio político».
«A propósito de la categoría de funcionarios que no funcionan… el vocero presidencial escaparía a aquella clasificación. Es un raro caso: un vocero presidencial al que nadie le conoce la voz. ¿O tiene alguna otra función que desconocemos? ¿La de hacer operaciones en off por ejemplo? Verdadero misterio», escribió la vicepresidenta, quien consideró necesarios cambios en el gabinete tras la debacle electoral.
Biondi replicó este viernes: «Me ofenden y lamento las malas interpretaciones que hiciera sobre mí la señora Vicepresidenta», al considerarla «una líder indiscutible del espacio político que representa ella junto con usted».
En cambio, Biondi indicó que siempre ha sido «una pieza de armonía, concordia y tolerancia» en sus funciones y «profesional» en su relación con los medios de comunicación.
Y le deseó al presidente Fernández que «en esta nueva instancia de su Gobierno cuente con un nuevo elenco de colaboradores para enfrentar los desafíos venideros».
El origen de la crisis se remonta al domingo pasado, cuando las listas de precandidatos a diputados y senadores de la principal coalición opositora, Juntos por el Cambio, fueron más votadas que las del Frente de Todos en la mayoría de provincias durante las primarias en las que los ciudadanos debían elegir a los candidatos para las elecciones legislativas del 14 de noviembre.
Apenas tres días después de la derrota, el ministro del Interior, Eduardo «Wado» De Pedro y al menos otros cuatro ministros, todos integrantes del sector kirchnerista del Gobierno, liderado por la expresidenta (2007-2015) y actual vicepresidenta pusieron sus cargos a consideración del presidente, quien evalúa si acepta o no las renuncias y si realiza cambios en su gabinete.
