Proyecto presidencial pierde al más exitoso estratega de campaña de los últimos años
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- La renuncia de Francisco Javier García como jefe de campaña del candidato presidencial Albel Martínez, se cree un duro golpe a ese proyecto político, que ya ha confrontado múltiples dificultades, y de paso, la dimisión viene a aflorar una crisis de la que ya se comentaba a lo interno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que todavía no se repone de su división tras la salida de esa organización política del expresidente Leonel Fernández y tras él otros importantes dirigentes.
La salida del exministro de Turismo del equipo de campaña de quien encabezará la boleta presidencial del PLD, sacude y zarandea un proyecto político que nació con algunas debilidades y que necesita de gran empuje para colocarse en una real posición de competir de cara a la contienda electoral del 19 de mayo de 2024.
Añadido al efecto mediático que esta renuncia representa, si no devastador por lo menos dañoso y muy desfavorable, el proyecto presidencial Abel Martínez pierde a una “ficha clave” en la estructuración y estrategia necesarias para vencer las desventajas que arrastra la candidatura presidencial peledeista en todas las mediciones de la simpatía electoral que se conocen públicamente.
Con la partida de Francisco Javier, el síndico de Santiago que persigue la presidencia de la República pierde probablemente al más probado y exitoso estratega de campaña de las dos últimas décadas en el país, ganador de cuatro procesos presidenciales y de otras campañas de medio término, en las que se escogieron legisladores y alcaldes.
Sin duda se trata de una situación difícil y compleja lo que se le presenta a Abel Martínez, cuando necesitando terreno para crecer electoralmente, lo que se le presenta es un panorama desfavorable y un camino empedrado que le ralentiza su avance.
¿Por qué se va Francisco Javier?
En su carta de renuncia, en la que enumera una serie de factores, Javier García deja traslucir falta de humidad, de tolerancia y de sabiduría en el entorno del proyecto presidencial de Abel Martínez.
“La lucha política no es muscular, es una lucha de inteligencia donde el predominio de la humildad, la tolerancia y la sabiduría que solo Dios otorga son el camino que conduce a la luz del triunfo”, expresa el estratega político para añadir que en una campaña electoral nunca se permita la existencia de equipos paralelos, que se manejen al margen de la Dirección Central.
“Es decir debe existir un solo plan y trabajar todos en la misma dirección: esa es la clave de la una victoria contundente. Es probado que es preferible la inexistencia de un plan a que se trabaje con dos a la vez», plantea.
Le recuerda a Abel Martínez que el candidato es el dueño de la campaña, pero el coordinador es el administrador de la misma. “Es decir, ambas funciones son incompatibles. De ahí la confianza plena que debe existir entre el candidato y su jefe de campaña”, puntualiza.
