EL NUEVO DIARIO, GINEBRA.- El Reino Unido solicitó hoy al presidente de turno del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Vojislav Suc, la celebración de un «debate urgente» sobre la situación en Guta Oriental, el principal feudo opositor en las afueras de Damasco y donde la pausa humanitaria dictada por Rusia no se está cumpliendo.
El representante permanente del Reino Unido ante la ONU en Ginebra, Julian Braithwaite, fundamenta su petición en su misiva dirigida a Suc con «el extremadamente grave deterioro de la situación de los derechos humanos» en Guta Oriental.
El diplomático británico solicita en concreto que el debate urgente sobre Guta Oriental se celebre esta misma semana, por lo que la oficina del Consejo estudiará hoy mismo la petición británica.
Braithwaite quiere además que se adopte una resolución, que el Reino Unido presentará cuanto antes a los demás países.
El debate urgente que pide Londres «cuenta con el apoyo de otros miembros y observadores del Consejo de Derechos Humanos», asegura el representante británico en su misiva.
Recordó que la preocupante situación en Guta Oriental ha sido subrayado tanto por el secretario general del organismo multilateral, António Guterres, como por el alto comisionado para los Derechos Humanos, Zeid R’aad al Hussein, durante sus respectivos discursos el lunes en el Consejo de Derechos Humanos.
Guterres instó entonces a la implementación inmediata y sostenida de la tregua de al menos 30 días en toda Siria -y especialmente en Guta Oriental- exigida por el Consejo de Seguridad, a fin de poder atender inmediatamente a los sirios y evacuar a los enfermos, sobre todo en Guta Oriental.
«Como dije hace unos días en el Consejo de Seguridad, en particular Guta Oriental -controlada por la oposición- no puede esperar. Es hora de parar este infierno sobre la Tierra», insistió.
Zeid a su vez quiso recordar que la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU adoptada el pasado fin de semana hay que verla en el contexto de «siete años de fracaso (de la comunidad internacional) para frenar la violencia en Siria».
Son ya «siete años de masacres espantosas e incesantes», insistió.
