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19 de abril 2024
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OpiniónHumberto SalazarHumberto Salazar

¿Reelección versus no reelección? dejémonos de hipocresías

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Da gusto escuchar como se despachan la mayoría de los políticos del patio cuando alguien, como sucedió esta semana, se atreve en forma clara a plantear la modificación de la Constitución para modificar una serie de errores que se incluyeron en las reformas que se le hicieron en el 2010 y 2015.

Pero lo que mas nos satisface es leer, mirar y escuchar, como sus planteamientos se centran en el tema de la reelección presidencial y lo que llaman intenciones ocultas del gobierno actual de hacer pasar ese tema en una posible reforma, cuando la verdad es que en nuestro país no existe un solo político que sea un sincero anti reeleccionista.

Porque los argumentos que se usan para oponerse a una necesaria reforma que impida la locura de que el país se aboque a celebrar cuatro elecciones en menos de 12 meses, no tienen nada que ver con una posición de principios sobre el tema de abrir el espacio para una repostulación de un presidente en ejercicio, porque aquí todos hemos sido reeleccionistas en alguna etapa de nuestra vida política.

¿ES LA REELECCIÓN UNA AFRENTA?

Si la reelección de un gobernante en un sistema democrático es algo perverso, negativo, tramposo o cualquiera de los calificativos de que se habla en la República Dominicana, entonces todos los gobiernos parlamentarios de Europa se ajustarían a este calificativo porque en ninguna de esas democracias existe impedimento alguno para que un cabeza de gobierno pueda reelegirse indefinidamente.

Lo que quiere decir que plantear la continuidad de un presidente o primer ministro para nada tiene que ver con cumplir una regla inviolable de la democracia, todo lo contrario, los ejemplos de como regímenes de largo plazo en los países mas desarrollados del planeta, es un denominador común que esta vinculado al progreso de los pueblos.

Eso ocurrió con todos los gobiernos de la destruida Europa de post-guerra, donde Konrad Adenauer gobernó por 14 años consecutivos Alemania (1949-1963) y es considerado tanto el Padre de la Alemania moderna como el Padre de la nueva Europa, a nadie en ese país se le ocurre por ejemplo cuestionar el liderazgo de Angela Merkel, la actual Canciller, quien va camino a los 16 años como jefa de estado del país denominado el motor de Europa.

Lo mismo sucedió con Singapur y Lew Kwan Yew, Francia y Charles de Gaulle, Chiang Kai-shek y Taiwan, Winston Churchill y el Reino Unido, son tantos los ejemplos de figuras políticas que ejercieron el poder que una lista de notables rebasa la posibilidad de enumerarlos en estas lineas.

Entonces la tesis de que existe un concepto que vincula la existencia de la democracia con el impedimento de que un líder político pueda ejercer el poder de forma indefinida es uno de los tantos sofismas que pueblan el lenguaje político de estos pueblos latinoamericanos que copiaron el presidencialismo de los Estados Unidos como sistema de gobierno.

En ese mismo país, donde se inventaron los presidentes, George Washington es el primer presidente de la historia, la repostulación por mas de dos periodos solo fue dispuesta en la 22ava enmienda de su Constitución en el año 1947 y refrendada en 1952, quizás para que nadie pudiera hacerse igual al Presidente Franklin Roosevelt, quien fue el líder que los llevó a ganar la Segunda Guerra Mundial y se reeligió cuatro veces antes de morir en el ejercicio del poder.

LA HIPOCRESÍA DEL ANTI-REELECCIONISMO

Una discusión sobre la pertinencia o no de la presentación de un presidente como candidato al mismo cargo debería estar demás en un país que, como la República Dominicana, viene ejerciendo el derecho al voto de sus ciudadanos por mas de 50 años en forma consecutiva, ya que impide que un buen gobernante pueda plantearse soluciones a mediano y largo plazo de los problemas nacionales.

Ademas este tipo de planteamiento es hecho por políticos que pugnan por reelegirse ellos mismos en los cargos electivos que ocupan, porque ¿alguien ha escuchado a algún senador o diputado plantear un límite a sus respectivas reelecciones?, pero ademas, ¿quién ha escuchado decir a un alcalde o regidor que debe ponerse un número a la cantidad de veces que puede postularse a los cargos que ocupan?.

Absolutamente a nadie de los que opinan desde sus poltronas del congreso o las alcaldías le pasa por la cabeza aplicar sus ¨principios anti-reeleccionistas¨ a las posiciones que ejercen, antes bien, harán todas las maniobras posibles para ser reelectos en sus cargos mientras al mismo tiempo proclaman sus posiciones anti-continuístas contra el que ocupa el poder ejecutivo.

Como esto es así, deberíamos llegar a la conclusión de que las posiciones frente a este tema incluyen enormes dosis de hipocresía y doble moral para la inmensa mayoría de los que se rasgan las vestiduras cuando se plantea dejar sin límites las posibilidades para que cualquier ciudadano, sea presidente o no, pueda presentar su nombre para ser electo o reelecto en el cargo electivo que sea y sin excepción ninguna.

ANTI-REELECCIÓN CUANDO NO ES EL MIO

No existe ninguna razón de principios, de conciencia o convencimiento personal inalterable, por la que un dirigente de cualquiera de los partidos que han ejercido el poder en nuestro todavía evolutivo proceso democrático, sostenga una posición anti-continuista, simplemente porque todos de una manera u otra hemos sido reeleccionistas.

Sino es así, alguien que mencione un dirigente actual del Partido Revolucionario Moderno que se haya opuesto públicamente al proyecto de reelección de Hipolito Mejía en el 2004, todos sin excepción participaron de una manera u otra en la campaña electoral en esa ocasión.

Porque ¿donde están las declaraciones en contra de la repostulación de Mejía que emitieron Luis Abinader, Andres Bautista, Jesús Vasquez, Milagros Ortíz, Hugo Tolentino o cualquiera que se pueda mencionar de los nombres sonoros de ese partido?

Y del Partido de la Liberación Dominicana uni hablar, ¿cuantos miembros de su comité político o comité central se lanzó en una campaña en contra de la reelección de Leonel Fernández en el año 2008 o en contra de la reelección de Danilo Medina en el 2016?.

Absolutamente ninguno, es mas todos participaron de modo entusiasta en los procesos de reelección que planteó el PLD para las dos personas que han ejercido el gobierno a nombre de esa organización política.

Del Partido Reformista Social Cristiano ni hablar, Joaquín Balaguer pudo encabezar la jornada de rescate del caos en que estaba sumido en país en los años 60, porque se presentó tres veces a la reelección y pudo encabezar un gobierno racional en los turbulentos años de la guerra fría.

Entonces no hay excepciones dentro de los partidos mayoritarios, incluyendo al Partido Revolucionario Dominicano, que se dividió en el 2004 por el tema de la reelección, y Hatuey Decamps, quien salió de esa agrupación, según el porque la no reelección era parte de sus principios políticos, fundó el Partido Revolucionario Social Demócrata, que nunca pudo pasar de una agrupación ultra-minoritaria.

EL ¨QUÍTATE TU PA´PONERME YO PERTENECE AL PUEBLO

Lo mejor que podría sucederle a la República Dominicana y su Constitución, es terminar de una vez y por todas con esta discusión anacrónica, dejando abierta la postulación a la presidencia de forma indefinida, tal y como ocurre con los demás cargos electivos de nuestro sistema democrático.

Con esto cumpliríamos con la misma Constitución que en su Capítulo Uno, Artículo 2 y bajo el título: ¨Soberanía Popular¨ dice lo siguiente: ¨La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, de donde emanan todos los poderes, los cuales ejerce por medio de sus representantes o en forma directa…¨

Porque si todos hemos sido reeleccionistas en algún momento de nuestra vida política, o hemos votado, sin ser militantes de uno de los partidos del sistema por reelegir a un presidente en ejercicio, lo hemos hecho cumpliendo con el derecho que nos asiste como pueblo, de elegir a quien querramos para que nos represente en elgun espacio de poder.

Y los que menos pueden mostrar un espíritu anti-reeleccionistas son los militantes y legisladores del PLD, porque todos sin excepción han sido beneficiados con su propia reelección en los cargos que ocupan o han participado militantemente de las propuestas de continuidad que ha hecho su partido en seis procesos electorales consecutivos.

O será que los que gritan tanto lo que quieren es solo un quítate tu pa´ponerme yo, pero de los mismos que estaban antes, y si es así sería un intento de invalidar la decisión en el único que es soberano, que es el pueblo dominicano.

¿Reelección o no reelección? Que decidan los interesados y finalmente el pueblo, es lo justo, dejémonos de hipocresías y posiciones falsas.

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