EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Hace décadas se fueron los aplausos y la algarabía de los fanáticos que abarrotaban las graderías para observar las proezas de ídolos del béisbol profesional como Guayubín Olivo, Tetelo Vargas, Pepe Lucas, Emilio Cueche y muchos otros que deleitaron a varias generaciones de dominicanos desde lo que se puede considerar como la cuna de los torneos de béisbol profesional organizado.
Hoy las graderías del viejo estadio de La Normal lucen desiertas, abandonadas, aunque aún sólidas como un fiel testimonio de la calidad de las construcciones que se edificaron durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, y el terreno de juego lleno de hierba y sin esas líneas de cal que marcaban los límites dentro de los cuales se realizaron tantas proezas que aplaudieron los amantes del deporte rey de los dominicanos durante cuatro exitosos torneos veraniegos.
Así se puede describir, en pocas palabras, la situación del que fue escenario de inolvidables competencias que mantuvieron en vilo a los fanáticos de los equipos Tigres del Licey, Leones del Escogido, Estrellas Orientales y Águilas Cibaeñas desde el verano del 1951 hasta que en el otoño del 1955 fue inaugurado el estadio Quisqueya y posteriormente sus similares de Santiago y San Pedro de Macorís.
Esa es la condición del vetusto estadio de La Normal, pese a las reiteradas promesas del gobierno anterior de que esa instalación sería remodelada y posiblemente adecuada para albergar el Museo del Béisbol Dominicano, idea lanzada por el periódico El Nuevo Diario, hace bastante más de un año.
Museo del Béisbol Profesional
La iniciativa fue lanzada por este diario a través de varios reportajes que se publicaron en este periódico hace alrededor de dos años, y sustentada editorialmente por su director general, Persio Maldonado Sánchez.
De acuerdo a esa iniciativa, el estadio de La Normal se convertiría en un museo de béisbol, en el que se exhibirían fotografías y todo tipo de artículos relacionados con ese deporte desde el año 1951 hasta la fecha, aprovechando la historia de esa instalación deportiva y su ubicación, en la emblemática avenida Duarte, en el corazón de varias líneas de transporte público y frente a una de las estaciones del Metro de Santo Domingo.
La idea fue respaldada recientemente por el presidente de la Federación Dominicana de Béisbol, licenciado Juan Núñez, y el tesorero de la entidad deportiva, doctor Arturo Brito Méndez.
Al ser entrevistados en la sede de la Federación, que funciona en el área de oficinas del estadio de La Normal, ambos ponderaron los beneficios que se derivarían de ese proyecto.
Núñez dijo que concomitantemente con el museo, se podría reacondicionar el terreno, de manera que se pudiera celebrar en el estadio torneos de distintas categorías, incluyendo algunos de carácter internacional, así como otro tipo de eventos.
“Esto podría convertirse en un lugar visitado por todos los jóvenes dominicanos, inclusive como giras escolares y de otro tipo de instituciones, además de un atractivo turístico, ya que somos conocidos en el extranjero como una potencia de béisbol”, dijo Núñez.
Añadió que en la materialización del proyecto, debían colaborar los ministerios de Turismo y de Cultura. El primero por las razones ya expuestas, y el otro porque el béisbol es parte de la cultura de los dominicanos, y en el museo se podrían obtener informaciones importantes.
Por su lado, Brito dijo que sería una gran obra, que, además se podría sustentar a sí misma, si se cobrara una suma módica a los visitantes nacionales y a los turistas extranjeros, además de que representaría un legado importante para la presente y futuras generaciones, que tendrían allí un lugar donde obtener informaciones relacionadas con su historia.
