Las personas curiosas tenemos el problema de querer averiguarlo todo, y en el caso nuestro después de estar acostumbrado a tener un jueves de junio feriado por ser día del ¨corpus¨, como le llamamos desde los días escolares, quisimos saber en cuantos países es fiesta religiosa esta celebración católica, ya ni en el Vaticano.
Pues ni siquiera en Italia, cuya capital, Roma, tiene en su centro al Estado Vaticano, lugar donde vive en Papa Francisco, y mucho menos en todo el mundo civilizado donde cuando decimos que es feriado un día llamado ¨Corpus Christi¨ se burlan de nosotros.
En el día de ayer, el mismo Papa, cabeza y líder de la iglesia católica anunció que no celebraría la misa que conmemoraba esta celebración católica, y que la trasladaba para el próximo domingo, ya que Italia en su calendario oficial no contenía esta fiesta y solo quedaba como parte del calendario Vaticano.
Es decir, en el día de ayer en prácticamente todo el mundo, incluyendo el Vaticano fue un día normal de actividades, las fabricas siguieron produciendo, los comercios continuaron abiertos, se hicieron negocios de todo tipo, los tribunales impartieron justicia, los hospitales atendieron pacientes, menos en la República Dominicana.
Aquí tenemos llenos los periódicos de sacerdotes quejándose de todo, criticando todo, hablando de todo lo que se les ocurre, menos de lo que para ellos significa una fiesta que, como la del ¨Corpus Christi¨ conmemora un dogma católico donde se asume que en el momento de la consagración la hostia y el vino se convierten verdaderamente en la ¨sangre y el cuerpo de Cristo¨.
Aceptar eso como dogma de fe es potestad de cada uno, en el caso de quien escribe, y para evitar ofensas innecesarias, nos guardamos nuestra opinión, pero en el sentido practico parece mentira que el Papa Francisco tenga un concepto mas practico que las autoridades dominicanas sobre este tema.
Algunos de nosotros tenemos una ensalada mental que venimos arrastrando desde la época de la dictadura de Trujillo, cuyo régimen se sostuvo sobre un andamiaje de ignorancia, superstición y una falsa religiosidad católica que tiene como monumento el famoso concordado, que dio todo tipo de privilegios a la cúpula católica, firmado en 1954.
Consiste en temer como el diablo a la cruz, nunca mejor dicho, a cambiar costumbres inaceptables, como la de dar un día libre, que es el caso del llamado jueves ¨corpus¨, solo porque nadie quiere tocar a una cúpula eclesiástica que usa ahora los medios de comunicación y los altares para presionar y conseguir imponer sus intereses políticos y muy terrenales.
La República Dominicana es un estado laico, no confesional, donde existe libertad de cultos y cada uno de sus habitantes puede tener la creencia en la deidad que quiera y nadie esta obligado a pertenecer a una iglesia que, como la católica apostólica y romana, está en ¨natagueando¨ para tratar de adaptarse a una época de la humanidad donde todo se cuestiona y no existe nada inmutable.
Por esto es que el mismísimo Papa decidió pasar la celebración de Corpus Christi en el Vaticano al próximo domingo 18, primero porque en Roma el día de ayer no era feriado y segundo porque esta celebración incluye una procesión desde la Basílica de San Juan de Letrán hasta la Basílica Santa María la Mayor, es decir, el centro de la ciudad y esto causa un caos vehicular en un día de transito normal.
Ademas la celebración del ¨corpus¨, como decimos los dominicanos, recién se instauró en el siglo XIII, no tiene nada que ver con una de las fechas cumbres de la cristiandad, como la Navidad o el Viernes Santo, por lo que es parte de una tradición de una parte de los cristianos, ni siquiera de todos los que profesan la fe en del Señor Jesucristo.
Lo que si es que en la República Dominicana perdimos un día de producción económica, en el día de hoy viernes muchos andan por las playas e hicieron el famoso ¨puente¨ y tenemos media semana perdida en un país donde lo que se necesita es esfuerzo y trabajo para seguir avanzando hacia el futuro, ojalá que imitemos al Papa Francisco y el próximo ¨corpus¨ sea un día de labores como cualquier otro.
Si queremos construir un estado católico, parecido al estado islámico, comencemos a cerrar centros de diversión, bancas de apuesta, playas en Semana Santa, obliguemos a la gente a rezar todos los días y cumplir mínimo los Diez Mandamientos, sino dejémonos de tonterías y asumamos que estamos sobrectuando con el tema religioso, no tienen tanto poder político como se pintan, y se les ha olvidado que ¨su reino no es de este mundo¨.
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