Partiendo del informe de la Organización Internacional del Trabajo fechado 20 julio 2020, dice: «prevé que el impacto económico como consecuencia de la pandemia del COVID-19 en el corto plazo, se sienta con más fuerza en el sector terciario. [De manera], los efectos de esta crisis, repercutirán negativamente en la cantidad de empleo disponible, en la calidad del trabajo y, en los grupos específicos en condición de vulnerabilidad frente a las consecuencias adversas en el mercado laboral». [Por lo que sigue], «la alta incidencia de la informalidad es un rasgo importante del mercado laboral dominicano, por tanto, es bastante probable que el impacto de la crisis no se refleje únicamente en el incremento del desempleo y la informalidad, sino también en los ingresos laborales […].» . (www.ilo.org › wcms_755526PDF).
De tal forma en ese contexto de malísimo pronóstico, los jóvenes no deben conformarse a la cultura del desempleo. Todo lo contrario, hay que revertir los indicadores negativos que amenacen la calidad de vida; y para evitarlo es urgente restablecer los vínculos cultural de empresarialidad y empleabilidad, y esto, sólo es posible mediante la bujía de la educación técnico superior.
Por el momento esa es la vía más rápida de frenar la tasa de desempleo. Si los jóvenes anclan sus estudios en instituciones orientadas a crear, propiciar y fomentar el trabajo, la innovación y emprendimiento como se enseña en el Instituto Técnico Superior Comunitario, el país repunta. ITSC es una institución pública estatal. Ofrece educación permanente a través de 27 carreras, distribuidas en 7 áreas: salud, informática, artes, turismo, construcción, industrial y electromecánica.
También a través de la dirección de servicios estudiantiles y de orientación académica presenta un sinnúmero de capacitaciones dirigida a potencializar el talento creativo y artístico del individuo; y, a su vez, robustece su posicionamiento en el ámbito empresarial o institucional al sujeto operativo con niveles agudos de criticidad y desenvolvimiento. Capaz de identificar la problemática, mostrar posibles soluciones y luego trasladar el valor agregado en un concepto de producto a los consumidores.
En efecto, el egresado de ITSC además de adquirir los conocimientos propiamente de su carrera, también desarrolla otras competencias como son actuación en teatro, oratoria, crítico de cine, pantomimas, canto y baile como un plus que redirecciona las buenas prácticas dentro de los escenarios en crisis de mercados globalizados y mundializados. En consecuencia, los egresados de ITSC tienen la acreditación de títulos técnicos profesionales. Y, un título con grado ocupacional ayuda directamente a la inserción rápida y oportuna en esos mercados productivos y garantiza una mejoría sustancial de los salarios y aumenta la calidad de vida.
En tanto, las carreras – obviamente- que se imparten son de carácter académicos con una clara y amplia relación con el trabajo. De ahí que el 60% de las horas impartidas para la construcción de su formación son prácticas y un 40% teorías. Esto permite al estudiante tocar una y otra vez las herramientas y tener contactos directos con máquinas, aparatos, utensilios y procesos.
Una razón más para estudiar en ITSC es que están dadas las condiciones de homologación de títulos cuando el participante desea continuar su aprendizaje profesional y optar por un grado de licenciatura o ingeniería puede alcanzarlo con tan solo hacer dos años adicionales de estudios según la carrera involucrada.
Por Mathías R. Vizcaíno