La falta de credibilidad en las organizaciones políticas, es una realidad confirmada por analistas y las firmas encuestadoras. Es un hecho, que ha provocado un alarmante aumento de abstenciones electorales.
En una de las mediciones realizada a finales del 2017, la firma encuestadora Gallup encontró, que los partidos políticos y órganos del sistema de justicia son percibidos con las peores calificaciones en la lucha contra la corrupción.
En ese sentido el 68.6% califica como muy malo el desempeño de los partidos para enfrentar ese flagelo; el 60.6% cree lo mismo de los jueces; el 59.3% de la Policía Nacional; el 59% de los fiscales, el 58% de la Presidencia de la República; el 55.7% de la Procuraduría General de la República; el 54.3% del Congreso Nacional y el 52.7% de la Suprema Corte de Justicia.
Estos índices negativos han ido de mal en peor, pero el control que ejerce el gobierno sobre los medios de comunicación, impide que se sigan publicando, lo mismo esta ocurriendo con las actividades políticas de Ramfis Trujillo.
Pero, gracias a las redes sociales todos nos enteramos del inmenso crecimiento, que esta obteniendo.
Fruto del descontento y la frustración por la incapacidad que tienen los líderes políticos, para resolver los problemas básicos, que afectan a la gran mayoría del pueblo. Lo que ha creado un vacío, que está siendo aprovechado por el nuevo líder.
En todas las encuestas radiales, televisivas y en las redes sociales, Ramfis supera a todos los aspirantes presidenciales. Recientemente inauguró el local número 75 en Verón Punta Cana, donde la euforia de una gran multitud lo recibió con gritos de algarabía vociferando al unísono: “Ramfis presidente, mano dura sin dictadura”.
Hechos similares han ocurrido en cada uno de los locales que ha inaugurado, lo que significa que su posicionamiento es una realidad innegable, que lo convierte en la tercera fuerza política del país.
Pero si impactante ha sido la acogida por parte del pueblo, más extraordinaria ha sido, entre los dominicanos que residimos en el exterior, que hasta el momento conformamos una fuerza política de 579,000 empadronados y habilitados para ejercer el voto.
El caso de Ramfis Trujillo es histórico, es la figura política que ha despertado el entusiasmo de volver a las urnas, a más de un 31% de los dominicanos con derecho para ejercer el sufragio, en la pasada contienda electoral nos abstuvimos de votar.
Frente a un pueblo, que ha sido adormecido con el juego de azar, el consumo de drogas, alcohol y un constante bombardeo de informaciones engañosa. Ramfis está utilizando dos estrategias, que han resultado determinante para despertar las masas y atraerla.
Primero, un contacto mano a mano con las gentes y segundo, la influencia de las redes sociales, que llevaron a los dos últimos presidentes de los EEUU al poder. Lo que le está permitiendo romper la polarización entre el PLD y el PRM.
Su discurso nacionalista ha calado, conmoviendo la consciencia nacional con sus propuestas de gobierno, entre ellas:
Enfrentar la corrupción con manos dura, recuperar parte del botín robado, y utilizarlo para disminuir la deuda externa, que le permita pedir cuatro o cinco años de mora e invertir en agricultura y otros renglones olvidados; implementar la equidad salarial; frenar la inmigración ilegal haitiana, que consume parte del presupuesto y reestablecer el imperio de la ley, que es el único antídoto capaz de neutralizar el avance de la delincuencia.
Por Elías Samuel Rosario Mata