La arqueóloga Sara Gálvez, especialista en levantamiento de restos humanos en contextos arqueológicos, explica que hasta el momento los científicos pensaban que la mayoría de los pueblos que existieron en la isla quisqueyana, antes de la llegada de Cristóbal Colón, enterraban a sus muertos en el mismo lugar donde habitaban. La excavación arqueológica realizada en Cabo Samaná, nombrada como “El abrigo de Daniel” está aportando una información diferente, ya que no se han localizado evidencia de que era un lugar donde habitaban personas, sin embargo, han encontrado los restos de más de 20 individuos, que al parecer fueron enterrados en un espacio de algunos 30 metros cuadrados, desde recién nacidos, hasta adultos de más de 40 años de edad, es por esto que los científicos estiman que el lugar era un cementerio.
Las pruebas de Carbono 14 realizadas en los laboratorios estadounidenses confirman que los restos humanos encontrados en Cabo Samaná corresponden a individuos que habitaron en nuestra isla hace más de 5 mil años, entonces podría significar que, desde la prehistoria, la isla estuvo habitada por grupos, que de alguna manera estaban organizados.
