EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Una boda celebrada anoche en la Capital se ha convertido en un escándalo y ha provocado un gran revuelo en las redes sociales, donde circulan videos con imágenes de fiesta y alegría por la unión matrimonial. Se violó el toque de queda, no hubo distanciamiento físico y pocas mascarillas.
El matrimonio fue sellado en la Catedral de Santo Domingo, y luego siguió un fiestón amenizado por el artista boricua Nicky Jam en un exquisito club privado de la ciudad, dentro del toque de queda y ante la indiferencia de las autoridades.
Por cierto, ¿quiénes fueron los responsables? ¿Se trató de una simple indiferencia oficial? ¿O acaso hubo complicidad?
No se descarta una complicidad, pensando que los protagonistas habrían sido la hija de un gran productor agropecuario y el sobrino de un encopetado funcionario del Gobierno.
El mismo lugar de la celebración -el emperfumado club capitaleño- refleja la elevada condición social de los nuevos esposos, que protagonizaron una escandalosa celebración nupcial.
No faltan las censuras mediáticas y las voces críticas. En las redes sociales, cientos de ciudadanos condenan el hecho y la apatía de las autoridades.
Es más: el propio director de Información y Prensa de la Presidencia, Daniel García Archibald, viruperó a los organizadores del festín y a los mismos policías, que nada hicieron para evitar esa violación a un decreto presidencial.
Así, la celebración nupcial fue una trastada y una burla de las mismas autoridades, tanto más censurable si fue apadrinada por círculos oficiales. Si trajeron a un artista extranjero fue porque se trató de un hecho premeditado. Además hubo una injusticia: la semana pasada sucedió algo similar en La Vega y fue intervenido por las autoridades. ¿Por qué no hicieron lo mismo la noche de anoche?
Mientras se investiga lo que acaso nunca se sabrá, las redes siguen presentando el espectáculo burlón: gente bailando sin mascarilla, mujeres encopetadas, personas tan cerca unas de otras como si no existiera una pandemia.
La fiesta pudiera ser el preludio de lo que ocurriría este fin de año. ¿Permitirán fiestas y bebentinas populares estas navidades? ¿En los barrios también podrán celebrar como lo hicieron ayer noche?-
