Para mi es:
Continuar y luchar aunque te duela el alma y el tuétano de los huesos se desgaste al correr hacia lo que nos proponemos en la vida.
Es además ver luz, donde la gran mayoría permanece en tinieblas.
Cuando las personas conciben una idea, esta tiene sólo dos posibilidades:
olvidarla instantáneamente y la otra, bajarla hacia el corazón y convertirla en un sueño.
Pero si sólo se queda instalada en ese lugar no puede convertirse en una realidad tangible. Para eso hace falta que surja un proyecto, el cual se pueda planificar y visualizar a cada momento antes y durante se pone en acción.
La persistencia consiste en no dejarse amedrentar de las circunstancias, ya que nadie dijo que el éxito se consigue sólo con desearlo. Persistir debe ser el código que abra todas las puertas, aún cuando estás te las arrojen a la cara en vez de abrirtelas e invitarte a pasar para compartir tu ilusión.
El éxito tiene sabor a sal, por el sudor que desprende nuestra piel en cada situación de lucha extrema que libremos para obtenerlo.
Alcanzar la meta es el paso que culmina un sueño y que da pie al próximo, que siempre es más grande y produce más adrenalina cuando se emprende la carrera hacia su obtención.
Es difícil llegar, pero no imposible.
Digo todos los días a mi yo interior las siguientes afirmaciones:
Persiste, insiste, resiste y sobre todo disfruta el trayecto que estas recorriendo hacia la realización de tus sueños, ese es el gran objetivo.
Yo te invito a ser activo, proactivo y productivo. Es la clave de la diferenciación.