EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Con décadas inmersos en la disciplina del judo, Alejandro Mateo Fernández, Manuel Gómez, Porfirio Martínez Taveras, Enrique Botello y Pedro Hernández impulsan la filosofía deportiva en sus diferentes provincias.
El trabajo formativo de varias generaciones de judocas y el compromiso asumido es la principal carta de referencia de años de trabajo. Así lo hicieron saber al tomar parte en el Foro Con Propulsores del Judo en sus diferentes provincias celebrado a través de la plataforma virtual Zoom por la Federación Dominicana de Judo (Fedojudo).
“Como dirigente, uno lo que tiene que hacer es formar y desarrollar para que otros continúen con el trabajo. Dar la oportunidad a los demás para que se desarrollen”, manifestó Alejandro Mateo Fernández, de San Juan de la Maguana, quien inició en el judo en 1970.
Actualmente, Mateo Fernández es asesor de la Asociación de Judo de su pueblo natal. “No solo hemos formado grandes atletas, sino también capacitados dirigentes y mejores ciudadanos”, agregó.
En La Vega, Porfirio Martínez Taveras (Chucho) todavía se mantiene activo, impartiendo sus conocimientos a infantes, actividad que realiza desde 1978.
Con una matrícula activa de unos 200 niños de diferentes edades, Chucho resalta que su trabajo está enfocado en los Centros Escolares. “El futuro del deporte está en las escuelas”, asegura el veterano dirigente Chucho, quien en sus inicios como atleta hizo vida deportiva en pesas y baloncesto.
Pedro Hernández, de la Provincia Duarte, fue atleta y dirigente a la vez, desde 1981. Con 17 años ya desempeñaba funciones en la Asociación de Judo de su natal.
“La filosofía nuestra es que siempre hay que buscar un dirigente más a través de la motivación y eso dará una continuidad”, sostuvo Hernández, quien agregó: “Lo más importante es la actitud y rectitud que hemos asumido”.
Cuando tenía 21 años, Enrique Botello, de La Romana, se inició en la práctica del judo. Aunque su carrera como atleta fue efímera, Botello señala que la disciplina es la base fundamental que exige a sus atletas.
Botello, quien también incursionó en el béisbol y el baloncesto, también ha sido el mentor de generaciones de judocas en su pueblo natal y aún sigue formando atletas.
“Toda mi vida la he pasado en el judo. Sigo como entrenador y exijo mucha disciplina y respeto para con los demás”, comentó Manuel Gómez, de San Cristóbal.
El administrador penitenciario dijo que su desarrollo como judoca inició en 1968 en el Club de Judo Loyola y continuó en el Matsunaga Dojo.
El Foro Con Propulsores del Judo en sus diferentes provincias contó con la coordinación de Leidi Germán, directora técnica de la Fedojudo, entidad que dirige el licenciado Gilberto García.
