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25 de abril 2024
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OpiniónHumberto SalazarHumberto Salazar

El problema no es de hospitales bonitos es de modelo de atención

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Hace unos años mientras acompañaba a la hoy Vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, a la entrega de la ampliación y remodelación de la emergencia del Hospital Infantil Robert Reid Cabral, recuerdo le comenté que eso parecía resolver un problema, pero actuaría como un imán que atraería a pacientes de todo el país para resolver padecimientos que bien podrían tratarse a un nivel mas bajo de la pirámide de atención hospitalaria.

Dicho y hecho, cualquiera que vaya en el día de hoy a la emergencia de ese centro de salud ubicado en la capital, y pregunte el lugar de donde vienen esos pacientes con sus madres, para nada se sorprenderá que abarquen toda la geografía nacional, las madres viajan cientos de kilómetros con con sus niños en brazos para llegar hasta una emergencia que ya está deteriorada por la cantidad de personas que tiene que atender.

Cuando esta semana escuchamos a varios funcionarios del gobierno, incluyendo al Ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, poner la esperanza en la mejoría del sistema de atención a las personas, plantear como la panacea y la solución al principal problema que tiene el actual gobierno en el área social, la entrega de no sabemos cuantos hospitales, nos acordamos de la conversación que citamos y por este medio le advertimos lo mismo: hospitales bonitos no resuelven los problemas de salud.

Cualquiera que lee el editorial del periódico El Caribe del día de ayer, donde su director Osvaldo Santana hace un recuento del único instrumento que tiene un tecnico en salud para evaluar como esta funcionando un sistema, los indicadores de salud, lo que vemos es un panorama desgarrador de un país, que mientras se moderniza y crece en la mayoría de los sectores económicos y sociales, mantiene fallas en el sector salud que no se corresponden con lo que se supone es una nación de desarrollo medio.

Somos un país donde todavía las mujeres se mueren por quedar embarazadas, y no son las haitianas ni es por negligencia médica,siempre buscar excusas y tapar huecos ha sido el deporte preferido de los funcionarios públicos, el serio problema que tenemos es que no detectamos los embarazos, no vinculamos la falta de seguimiento a los programas sociales de financiamiento, no hemos creado una adherencia al sistema desde la atención primaria, porque sencillamente no poseemos un sistema de salud articulado en niveles.

Pero también competimos en mortalidad infantil con países que se supone son atrasados en relación al nuestro, poblado por indios que viven en zonas aisladas como Bolivia, Honduras y Nicaragua, simplemente porque tampoco somos capaces de organizarnos de modo que cada niño cuando nazca tenga una identidad y un número que lo adhiera al sistema de seguridad social, no les damos a las madres los conocimientos en atención primaria para manejar un reciben nacido, no hemos implementado un seguimiento a su nutrición y otras tantas fallas que sobra enumerarlas.

Y en todo este recuento, claro que nos quedamos mas que cortos, en ningún lado vemos que una habitación de hospital con aire acondicionado, una emergencia bonita y con equipos de ultima generación, un tomógrafo, pruebas de laboratorio o cualquier otro medio diagnostico o de comodidad que proporcionemos a un enfermo va a resolver el problema de estos vergonzosos indicadores de salud que son reiterativos en todos los informes que se emiten por parte de los organismos internacionales.

No sabemos si alguien se ha dado cuenta de que somos el país con medalla de oro en todas las Américas en dos temas tan contradictorios como, por un lado mortalidad materna cuando nuestras madres dan a luz en centros de salud y atendidas por personal profesional y también, como lo destaca el informe del Fondo Monetario Internacional en crecimiento económico, este solo hecho debe llevarnos a reflexionar de que en un sector, el económico, lo estamos haciendo muy bien, y en el otro, el sector salud, lo estamos haciendo muy mal.

Y es que no somos capaces de admitir como país que en el sector salud tenemos que dar un giro de 180 grados y trabajar, antes que seguir invirtiendo miles de millones de pesos en forma dispersa, en el cumplimiento de lo que mandan todas las leyes que se han aprobado desde el 2001 hasta la fecha en relación al tema sanitario: la organización, desde la base, de un sistema eficiente de atención primaria de salud, con identificación de la población y adherencia, en primer lugar, de esos mas de tres millones de afiliados del régimen subsidiado a unidades capaces de suplir la solución del 80% de los problemas de salud de la población.

Si la construcción de hospitales de alta tecnología fuera la solución a los problemas de salud de un país, entonces los Estados Unidos deberían ocupar el primer lugar en cuanto a presentar las tasas mas bajas en mortalidad materna, mortalidad infantil y otras referidas a la calidad de atención en salud a la población en general, solo que esto no es así, a pesar de que ese país invierte el 18% de su PIB en un super moderno sistema hospitalario, sus indicadores están por debajo de dos vecinos de desarrollo tan diferente como Canada y Cuba.

A pesar de que Canada, y mucho menos Cuba con su crisis económica de hace muchos años, no tienen el nivel de hospitales que poseen los Estados Unidos, el segundo empata con su vecino del norte y el segundo mas que dobla el resultado en forma positiva.

  • Estados Unidos 21 muertes maternas por cada 100,00 nacimientos
  • Cuba 21 muertes maternas por cada 100,000 nacimientos
  • Canada 12 muertes maternas por cada 100,000 nacimientos

Y si nos referimos al indicador de mortalidad infantil sucederá exactamente lo mismo:

  • Estados Unidos 5.9 muertes por cada 1000 nacidos vivos
  • Cuba 4.3 muertes por cada 1000 nacidos vivos
  • Canada 4.3 muertes por cada 1000 nacidos vivos

Estos números son una gráfica de como un país con recursos mas que limitados, como es el caso de Cuba, puede competir en salud, y algunos casos tener mejores indicadores, que potencias económicas mundiales como son los Estados Unidos y Canada, estándo en la misma región y sin tener hospitales con todos los recursos del mundo y equipos de ultima generación.

Es que hace bastante tiempo se sabe que salud no es igual a ¨no estar enfermo¨ y que los problemas de salud de una población se deben comenzar a resolver en las comunidades mucho antes de llegar a un hospital donde el gasto se disparará a niveles insostenibles, solo que aquí nadie quiere atreverse a practicar la cirugía mayor que requiere el país para cambiar un modelo de atención que cada vez mas se centra en curar, absolutamente insostenible hasta para el Obamacare con todos los recursos del mundo, y evita mirar hacia la prevención que es el único camino que ha demostrado ser eficaz y sostenible.

Para nada podríamos estar en contra de que haya remodelación y adelantamiento de nuestras unidades hospitalarias, esa era una inversión necesaria para beneficio de todos los dominicanos, solo que si esto no va acompañado de un cambio radical en el modelo de prestación de servicios de salud a una población creciente y con mayor empoderamiento por la adscripción de la población a un seguro de salud que tiende a ser universal, simplemente estamos construyendo y equipando edificios que están destinados a colapsar en corto tiempo porque su función, que debe ser prestar servicios de tercer nivel, de desvirtúa al no existir un sistema estratificado de atención que sirva de muro de contención.

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