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25 de abril 2024
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OpiniónCarlos McCoyCarlos McCoy

El problema no es de ahora

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“En la confianza está el peligro”

El Partido de la Liberación Dominicana, o más bien, su alta dirigencia, está borrachita de éxito. Se han olvidado que a veces, una gran noche de juergas, puede resultar en que al otro día se amanezca con una terrible resaca que no hay rapidita, caldo de camarón o agua fría con hielito que la cure.

Una vez el PLD llegado al poder, no solamente se olvidó de los métodos Boschistas sino que inventó nuevos.

Algunos, los menos,  llegaron a gobernar, pero otros, desgraciadamente, a solo ser parte del gobierno. Este grupito, presumido y petulante, ha sabido aprovechar el folletico de los círculos de estudio donde Don Juan explica “La Acumulación Originaria”  Lo supieron aplicar y como dice el Génesis en la biblia “Y vieron que era bueno”.

El presidente del Partido y ex de la República, Dr. Leonel Fernández, proclamó que por lo menos el PLD se quedaría en el poder hasta el 2044.  Bicentenario de la independencia.

Pero, lo malo de esto es, que no solamente se quedaría el PLD en el poder sino también, se mantendrían en sus puestos, todos los dirigentes actuales.  Comenzando por él mismo.

Esto ha dado lugar a que por primera vez en la historia morado amarilla, exista una verdadera confrontación entre dos altos líderes.  Pues aunque en el pasado hubo escaramuzas y desavenencias de altos dirigentes con el Profesor Bosch, nadie llegaba a su estatura.

Pero hubo un elemento que, a nuestro entender, ha sido el mayor causante de la situación que está viviendo el partido de la estrella amarilla. El desafortunado pacto de las corbatas azules. Esto es, el haber eliminado, en la Constitución del 26 de enero del 2010, el artículo 49 que hablaba del  “Nunca Jamás”.

¿Que estaría pasando en la actualidad si ese cambio no se hubiera producido?,  que ni Leonel ni Danilo fueran opción para el 2020, pues la constitución no lo permitiría.

En consecuencias, el PLD fuera un avispero de nuevos aspirantes, pues no se hubiera efectuado el plebiscito donde apareció, por primera vez en la historia, un “No positivo”,  Ni hubiera habido la necesidad de firmar el infeliz acuerdo de los 15 ominosos puntos y en su lugar se hubieran acatado todo lo acordado en el VIII Congreso Comandante Norge Botello.

Hoy en vez de estar que si abiertas, que si cerradas, militantes de todos los niveles estarían accionando en sus respectivos organismos, para tratar de escalar un peldaño en la escalinata de mando del partido o para ser candidatos a puestos electivos.

En vez de estar en una institución política anquilosada, donde en el 2020 va a cumplir 15 años sin haber llevado a cabo una verdadera renovación dirigencial.

Es hora de que los egos y el mesianismo le den paso a la participación de los que no han tenido oportunidades y también, a esos muchachos que hoy son adultos y que cuando el partido se abrió a las masas,  se inscribieron en el PLD con el objetivo de ser parte de la más extraordinaria transformación que el pueblo dominicano haya tenido en toda su historia.

En nuestro país, hay muchos pedazos de espejos rotos donde el Partido de la Liberación Dominicana se puede mirar. Instamos a las actuales autoridades partidarias a que lo hagan. Pero, al hacerlo, traten de no cortarse.  La herida se puede infectar.

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