El tema haitiano es muy delicado para nuestro estilo operativo como sociedad, proclive a que las cosas sucedan hasta que se complican más de la cuenta. Y eso por décadas ha sido la migración vecina.
Esta es sin dudas la coyuntura más complicada de la situación de Haití, pues ya no se puede hablar de crisis, es un país colapsado por sobrevivir. Y un problema demasiado grande para una pequeña nación como nosotros.
El presidente Luís Abinader tiene una enorme responsabilidad sobre sus hombros y la ha estado enfrentando con temple y gallardía, pero es mucho.
Estados Unidos está equivocado o decidido a presionarnos para que la situación de Haití sea de toda la isla, y eso hace más complejo el problema.