En otoño viví una primavera,
y mi alma disfrutó su esencia pura…,
y también del verdor y su frescura,
como en el paraíso, una quimera…
Vi el brotar de su flor en la ribera,
donde andaba difusa la ternura;
del amor asomaba la figura,
atrapándome de sutil manera…
Y fuiste tú la primavera aquella,
que iluminaste tal cual una estrella,
el sombrío otoño que transitaba…
Y recordando así tu bella esencia,
en medio del influjo de tu ausencia,
me atrapa esa pasión con que te amaba…
Autor: José Flández