Estados Unidos vuelve a colocar una exhortación a sus ciudadanos para que no vengan a la República Dominicana por la situación del COVID-19 y por la delincuencia.
Es algo que se convierte en una obligación estatal dentro de la política de protección a sus ciudadanos. La pandemia es mundial y es posible que los estadounidenses no estén mejor que nosotros y que muchos otros países en muchas otras partes del planeta.
Sin embargo, creemos que frente a esta exhortación en nada nos ayuda reaccionar con histérico nacionalismo. Con el caso del COVID-19 es algo con lo que tenemos que seguir insistiendo en la implementación de protocolos para todas nuestras actividades. Y en esto no somos nada consistentes.
Y sobre la delincuencia y la seguridad ciudadana tenemos una situación delicada desde hace muchos años y que no hemos podido resolver. Son cuestiones que debemos enfrentar para tener un país seguro por todos los rincones.
Ambas cosas las necesitamos para ser más atractivos como país, a los turistas, nacionales como extranjeros.