EL NUEVO DIARIO, SANÁ.- El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, insistió hoy en su reunión con el enviado especial de la ONU para el país, Martin Griffiths, que los rebeldes hutíes deben retirarse por completo de la ciudad de Al Hudeida y de su puerto, objeto de una ofensiva por las fuerzas gubernamentales desde hace dos semanas.
Según informaron fuentes gubernamentales, Hadi aseguró en su encuentro con Griffiths en la ciudad costera de Adén, sede del Gobierno provisional situada en el sur del país, que cualquier iniciativa que no se base en la retirada total de los hutíes de la urbe y del puerto de Al Hudeida es «inaceptable» y que su Gobierno usará «la fuerza militar para recuperar la ciudad».
Según las mismas fuentes, que pidieron el anonimato, Griffiths dijo a Hadi que llegó a un acuerdo con los hutíes sobre el puerto, el más importante del Yemen, que estipula que la ONU vigilará todos los cargamentos que lleguen mientras los rebeldes siguen manteniendo el control del puerto y de la ciudad.
Ante esto, Hadi, exiliado en Riad, afirmó que la ONU no puede vigilar el puerto mientras deja la urbe en manos de los rebeldes chiíes, respaldados por Irán.
El gobierno yemení y la coalición árabe, encabezada por Arabia Saudí, acusan a los hutíes de usar este puerto para recibir armamento de Teherán.
Ayer, en su cuenta oficial de Twitter, Griffiths afirmó que «continúa sus esfuerzos para evitar una confrontación militar en Al Hudeida y para que se reanuden las negociaciones políticas» entre el Gobierno yemení y los rebeldes.
Griffiths acudió al Yemen la semana pasada y mantuvo conversaciones con los rebeldes hutíes en la capital, Saná, para intentar convencerles de que abandonen Al Hudeida sin luchar, pero esas negociaciones no han dado frutos de momento.
Las fuerzas gubernamentales han lanzado una ofensiva para arrebatar a los rebeldes el dominio de Al Hudeida y de momento los combates se han concentrado en las zonas al sur de la urbe, por donde las tropas han avanzado y han conquistado el aeropuerto internacional.
Según la ONU, al menos 26.000 personas se han visto desplazadas por la violencia y temen un asalto de las fuerzas gubernamentales sobre el núcleo urbano de Al Hudeida, donde se estima que residen 600.000 personas.
Las agencias humanitarias han advertido reiteradamente del peligro que corren los civiles si los combates alcanzan esa ciudad, donde una parte de la población ya vive una situación desesperada y depende de la ayuda humanitaria.
