EL NUEVO DIARIO, BRASIL.- El presidente de la filial brasileña del Banco Santander, Sergio Rial, apostó hoy por profundizar en las reformas estructurales emprendidas por el Gobierno de Michel Temer para sentar las bases de un país que sea capaz de generar empleo a largo plazo en un mundo cada vez más tecnológico.
"Las reformas tienen un objetivo mayor que simplemente el equilibrio de las cuentas macroeconómicas", afirmó Rial en el seminario ‘Proyecciones Económicas para 2017’, organizado por el banco y la Cámara Española de Comercio en Brasil.
En su opinión, Brasil "todavía necesita hablar de manera mucho más clara de los desafíos", en concreto del trabajo, un asunto para el que el Ejecutivo de Temer presentó en diciembre pasado una reforma del actual régimen laboral con la intención de reducir el paro.
La cifra de desempleo en Brasil terminó el año pasado con cerca de 12,3 millones de parados, el 12 % de la población económicamente activa, todo un récord histórico que refleja la gravedad de la crisis que atraviesa el país.
"Hay una necesidad de hablar sobre el trabajo porque estamos viviendo en un siglo XXI, cuyo principal desafío se caracteriza por la no creación de empleos. La revolución digital y tecnología trae para el mundo un cambio estructural que ninguno pudo imaginar", comentó Rial.
El presidente del Santander en Brasil apuntó que los países tienen que ofrecer políticas alternativas para dar respuesta a una demanda de empleos cada vez mayor, frente a una oferta que se reduce debido al "proceso de intensificación tecnológica".
Desde su punto de vista, la salida del Reino Unido del mercado común europeo o la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos "son reflejo de una sociedad que no consigue generar empleos principalmente para grandes cantidades de personas que no están debidamente preparadas".
En este sentido, Rial consideró que es necesario "salir de la discusión ideológica" entre izquierda y derecha para hacer frente a este desafío.
En esa línea se mostró también Mauricio Molan, economista jefe del Banco Santander Brasil, quien apostó además por "reformar las instituciones" del gigante suramericano y estudiar el actual régimen tributario y otras legislaciones en materia de "protección ambiental".
Desde agosto pasado, fecha en la que Temer asumió de manera definitiva como presidente tras la destitución de Dilma Rousseff, el Gobierno brasileño ha emprendido una serie de reformas estructurales a fin revertir el escenario de crisis económica.
Una de las medidas más polémicas fue la imposición de un techo de gasto público para los dos próximas décadas, el cual fue aprobado en pasado diciembre por medio de una enmienda constitucional y supeditará el nivel de inversión a la tasa de inflación del año anterior.
También se aprobó una reforma de la enseñanza media y está en trámite un proyecto de reforma del régimen de jubilaciones y pensiones, que pretende subir a los 65 años la edad mínima para acceder a la renta por retiro.
