EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – La Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), presentó este lunes el documental «Trujillo después de Trujillo», una producción de END Films, con la dirección de Juan Delancer.
Este acto en la referida universiad se enmarca en un amplio programa conjunto entre El Nuevo Diario, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y universidades privadas, para integrar el visionado del documental como parte del esquema de clases de los estudiantes.
En el caso de la UASD, el programa se iniciará en agosto cuando la academia de altos estudios del Estado tiene pautado iniciar sus clases presenciales. Próximamente comenzará un programa similar con asociaciones de colegios privados y liceos públicos.
Se recuerda, que la premiere del documental fue presentado el pasado 28 de mayo en el Palacio Nacional.
Análisis del flujo del autoritarismo en el documental
A principio del documental aparece un corte del discurso pronunciado por el mandatario en la inauguración del 30 de mayo como el Día Nacional de la Libertad, en el Centro de los Héroes, para honrar la memoria de las víctimas durante los 31 años de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, acto llevado a cabo el sábado 29 de mayo del 2021.
«La noche del 30 de mayo de 1961, tras más de 30 años de resistencia contra los ademanes y régimen político más sanguinario que hayamos conocido en nuestra historia, un grupo de patriotas empuñó las armas de la justicia y disparó contra la encarnación del terror y la tiranía que había sometido bajo el pesado yugo de la dictadura a todo un pueblo», expresa el gobernante en el documental.
Más adelante, destaca que «el miedo permeó todos los extractos de la vida social y el culto al líder se impuso a sangre y fuego. Trujillo desarrolló una política de expropiación contra las familias dominicanas, adjudicándose para sí y para los suyos los beneficios del trabajo de los hombres y mujeres de nuestro país».
En el documental, al igual que Abinader, varios prestigiosos intelectuales, analizan el influjo del autoritarismo en la sociedad dominicana y las consecuencias que ha tenido en la vida institucional y cultural desde el 30 de mayo de 1961, cuando desapareció la dictadura trujillista con el ajusticiamiento del tirano.
El sometimiento de las mujeres en el matrimonio por parte de los hombres y la forma en que enseñaban en las escuelas en años anteriores son rasgos de autoristarismo, según expresó una de las intelectuales.
Asimismo, criticaron que en el país se ha hecho un hábito de la reforma constitucional.
Ninguno de los procesos sociales del país ha culminado, por eso se dice que la clase política y el pueblo dominicano es conservador, según expresaron.
Sin embargo, señalan que quienes han sido conservadores «son los dirigentes políticos que incluso revestidos del pensamiento liberal cuando toman el poder para perpetuarse prostituyen la naturaleza liberal de esos movimientos».
Para otro de los expertos, «en muchos políticos se ha dado la tendencia al olvido, al desinterés por la cultura histórica». Cree que eso está vinculado «a la gran deficiencia» de la educación.
«Tenemos una educación desastrosa, todo lo que se dice de mejoría educativa hasta la fecha, no tiene ningún hacedero real. Y si hay algo después del lenguaje y de las matemáticas que yo creo que debe insistirse en la formación integral de un ciudadano dominicano, es el conocimiento de la historia dominicana. (…) hay un descuido completo, ya no es un problema solo de los políticos, es un problema de toda la sociedad que ha fallado», sostiene el historiador Roberto Cassá.
Todavía piden un presidente como Trujillo
A pesar de los daños causados por el dictador y de lo reseñado en la historia, todavía hay ciudadanos de todas las edades que abogan por un gobernante como él, debido al manejo que tenía en cuanto a la delincuencia y al trato que le daba al tema haitiano.
El documental recoge la opinión de varias personas que expresan sus deseos de ser gobernados por un presidente de su talla.
Para uno de los entrevistados «Trujillo fue un hombre bueno, a él lo que no le gustaba era la sinvergüencería. Era un hombre recto, delicado y de respeto, porque cuando daba una orden tenía que cumplirla».
Mientras que una joven considera que el país necesita un gobernante como él debido al alto índice de la delincuencia «y si aparece por ahí un Trujillo, uno igualito a él se resolverían por completo, porque ese tenía manos dura con los delincuentes».
