Estoy completamente de acuerdo con las declaraciones emitidas por el almirante retirado Sigfrido Pared Pérez, director del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), luego de que el presidente de Los Estados Unidos, Donald Trump, incluyera a la República Dominicana en una lista de 22 países supuestamente “grandes productores o plataformas para el tráfico de drogas.
En relación a la información Pared Pérez destaco que por la “ubicación geográfica en que se encuentra el país, siempre será el puente para el narcotráfico”
Y sostuvo que “quien debe encabezar la lista de los países que son más grandes productores o plataformas del tráfico de drogas, es Estados Unidos, ya que es país donde más se consume droga del mundo”.
Más claro no canta el gallo. Esa es una realidad palpable, y falto destacar la poca ayuda que desde hace tiempo Los Estados Unidos nos está dando para combatir este flagelo de lesa humanidad, definido como “el monstruo de las siete cabeza”.
En los años 90 nos desempeñamos como Asesor de Prensa de la DNCD en la gestión del Vicealmirante Julio Cesar Ventura Bayonet, y gracias a la ayuda que ofrecía al país Estados Unidos y al exitoso trabajo realizado por la institución en aquellos tiempos, se logró un control más efectivo en el tráfico y consumo de los estupefacientes. Así lo expresan las estadísticas.
En 1985 fundados el Movimiento Cultural y Deportivo Antidrogas (MCDA), el cual se ha venido fortaleciendo gracias al apoyo ofrecido por el Gobierno, cuyo papel ha sido la orientación mediante charlas a cientos de jóvenes, principalmente de nuestros barrios, sobre el alto riesgo que representa el uso de las drogas.
El presidente de la República, Danilo Medina, acepto que el MCDA apoyara su candidatura desde las elecciones del 2000 hasta la fecha, por lo cual estamos inscripto en el Sector Externo del PLD y en la JCE, para conjuntamente con otros organismos fortalecer los esfuerzos que viene haciendo el Gobierno en la lucha contra el tráfico y consumo de las drogas.
La DNCD, el Consejo de Drogas, presidido por el fundador de la D.N.C.D., mayor general, licenciado Rafael Guerrero Peralta, así como otros organismos afines, han venido realizando una labor exitosa, sin ningún tipo de ayuda internacional.
Se recuerda que en un memorándum enviado al secretario de Estado, Rex Tillerson, Trump, identifica a 22 países, en su mayoría latinoamericano y caribeños, como grandes productores o plataformas para el tráfico de drogas.
Esa lista de países, que según la administración de Trump, “no refleja necesariamente los esfuerzos antidrogas de sus gobiernos o el nivel de cooperación con EE.UU, la integran: Afganistán, Bahamas, Belice, Birmania, Bolivia, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú, y Venezuela.
En este sentido, comparto lo externado por Pared Pérez en el sentido de que “R.D. aporta mucho más que todos esos países del área con respecto al narcotráfico en el área del Caribe, y más aún todos los esfuerzos que hace la República Dominicana es mayor en cuando a recursos. Dijo que para que haya consumo tiene que haber un tráfico interno y que no se esté haciendo una lucha real en contra del narcotráfico.
El presidente Trump en lugar de estar hablando sin tener pruebas contundentes que aportar, lo que tiene a mi entender es que enfrentar el elevado consumo que tiene Estados Unidos de las drogas, lo que ocasionara inmediatamente una baja en los precios y una caiga en el mercado del producto. Sea inteligente viejo, que el cargo de presidente le está quedando demasiado grande.