El turismo es una industria floreciente en que la República Dominicana va muy bien y tiene un escenario inmenso para crecer. Si miramos el territorio nacional, apreciamos que apenas un 10 ó 15 % ha sido explorado. Aún en aquellos polos en que tenemos mayor desarrollo, las posibilidades de seguir creciendo son extraordinarias.
Y ni hablar de aquellas zonas que aún no han sido tocadas por las inversiones turísticas, como el Sur y el Noroeste. Eso pensando sólo en las costas marinas y sería mucho más si consideráramos las montañas y los atractivos en los campos y ciudades.
Es una industria que atrae inversiones, además de los turistas que nos visitan. Pensémoslo bien, pues estamos sentados sobre una mina.