Con más de un año de pandemia, hay la necesidad de abrir la economía y las actividades. No podemos seguir con el dilema del encierro o exigir a la ciudadanía responsabilidad.
El encierro posterga los contagios y las muertes. Es por eso que se necesita aplicar bien los protocolos para las actividades. Iniciando con el cuidado básico de protección e higiene hasta cumplir con la vacunación.
No es posible cuidar a quien no se cuida ni se deja, por ignorancia o irresponsabilidad.
La primera señal del protocolo debe venir desde las instituciones oficiales. Y el Gobierno que ha hecho un extraordinario esfuerzo logístico y de inversión debe pedir cooperación a las empresas para que todo su personal se vacune.