Había prometido no referirme mas a estos temas, pero otra vez, la patria nos llama. Con la firme convicción de ir afianzando los postulados democráticos y robustecer el ejercicio pleno de ciudadanía política, así como con el deber nos llamó y salimos a votar por Danilo Medina y el Gobierno Compartido en la colación y alianza con el PRD y otras fuerzas políticas, así hoy salimos ante asumo conspirativo contra este gobierno legalmente constituido con el voto mayoritario del pueblo dominicano.
Estamos convencidos de que la mentira no dura, desde el principio de las movilizaciones de los verdes, compuesta por intelectuales, activistas sociales, periodistas y partidos de la oposición, dijimos que su objetivo era no el adecentamiento de la vida pública y privada nacional bajo las consignas contra la impunidad y la corrupción, sino que su objetivo era político, grupal y partidario, contra el gobierno y Danilo Medina.
Ya está evidenciado, no es que uno por aquí o por allá lo diga, no, ahora fue un comunicado de los que se consideran ideólogo de las movilizaciones de las calles de los verdes que lo han hecho público, piden la destitución del presidente Danilo Medina, que vana ilusión, que despropósito y sin razón política.
El ataque es, y siempre ha sido, contra el Gobierno y Danilo Medina, yendo más lejos, contra Republica Dominicana, contra sus instituciones, contra la democracia, contra el orden legamente establecido.
Teniendo actores de poder, fuera y dentro del país, financiando y auspiciando el despropósito del caos y el desorden, no es correcto quedarse callado, porque es un atentado contra la patria, contrala soberanía, contra el pueblo dominicano.
Aquí debe producirse una unidad y movilización contra las mentiras e infamias de esos sectores nacionales y transnacionales que apuestan a la conspiración contra un gobierno legalmente constituido, contra un presidente elegido democráticamente, con una votación de más de un 60 por ciento, hecho este último nunca visto en la vida Republicana nuestra.
Todos, los del PLD, los aliados, los hombres y mujeres del pueblo, todos a una voz, toda una misma voz en defensa del orden institucional y democrático, en defensa del presidente constitucional que democráticamente nos dimos todos los dominicanos.
Que todo el país y a nivel del mundo se enteren del doble lenguaje, la hipocresía, las mentiras y la falta de escrúpulos de los minoritarios, de los que no quieren participación democrática, elecciones, porque siempre salen derrotado en las contiendas electorales por todo un pueblo.
Danilo Medina fue fruto de un proceso electoral, de la mayor alianza de partidos y sectores nacionales nunca visto, de unidad y cohesión, de un valor político expresado en las urnas.
Los que quieran gobierno y ser presidente que esperen el 2020, y participen en las elecciones y se ganen el favor del pueblo, como se lo ha ganado con sus políticas públicas y su estilo de gobernar para la gente, Danilo Medina.
Ante las derrotas sufridas en cada proceso electoral, estos intelectuales que nunca han ofrecido soluciones a los problemas de la gente, ahora se alían a sectores oligárquicos nacionales y extranjeros, pretendiendo con ello obtener un crédito político, ¡que ilusos!
Su aspiración a gobernar, a llegar al Estado, al poder no deben disfrazarla con consignas anticorrupción y contra la impunidad, le han dado vuelta a muchos de los principios que dicen defender, ahora aliado a sectores extranjeros tratan de derrocar al gobierno pidiendo la destitución del presidente Danilo Medina, quieren crear crisis sin tener orgánicamente nada que lo sustente, sin contar con las masas y el pueblo.
¡Os desesperado que están por el poder, simplemente por la gula del poder!
El gobierno, el presidente pudo haberse equivocado en algunas decisiones, en algunas cosas, pero nada justifica que se pida su destitución, solo mente retorcidas con su corazón lleno de infamia y mentiras puede plantear esa sinrazón.
Los peledeistas, los aliados a Danilo Medina y al gobierno deben asumir con dignidad, con entereza y con ganas de mirar al futuro la defensa a sus ejecutorias y a la preservación del orden institucional fortalecido en cada proceso electoral dominicano.