En julio del 2015 se aprobó en la Cámara de Diputados un préstamo de 632 millones de dólares que serían destinados a la construcción de la Central Termoeléctrica Punta Catalina, proyecto que ya se venía ventilando desde el poder ejecutivo y que recién empezaba a ser discutido en el congreso hasta que por fin se aprobó también en el Senado e iniciaron la construcción de la misma por la tan mencionada empresa constructora brasileña Odebrecht.
La necesidad de resolver el problema eléctrico que afecta a la República Dominicana parecía haber encontrado una solución, pues si una planta eléctrica construida por el Estado nos puede proporcionar la energía suficiente para saciar la demanda diaria de la población, entonces esa cantidad de dinero sería pequeña en relación a la crisis que estaba resolviendo.
Sin embargo, quiénes se han dedicado a estudiar el verdadero sentido de la construcción de esa planta eléctrica, quiénes han visto más allá de los actuales tiempos y han observado el comportamiento del resto del mundo con relación al uso de las energías, pues la tendencia con las energías fósiles como es considerado el carbón es a desaparecer, tanto porque la demanda es mayor y más frecuente que la producción como porque es dañina. Pero quiénes en el congreso plantearon esta realidad de esa planta a carbón que aparte de que contaminará el medio ambiente, no es renovable y será obsoleta en unos pocos años.
Alguien ha investigado cuántos países están actualmente utilizando este tipo de energía fósil, o mejor aún, cuál es el tipo de energía que utilizan los países desarrollados que tanto nos gusta imitar y a donde queremos llegar. Cuál es la tendencia en energía en los próximos 50 años.
Suiza por ejemplo tiene el 55% de la generación de su electricidad a base de la hidroeléctrica y sigue en aumento, en Dinamarca el 35.3% de su energía es renovable y tienen la meta de convertirse en 100% renovables en los sectores energéticos y del transporte para el año 2050.
También podemos mencionar a Noruega, Canadá, Austria, Nueva Zelanda, España, Francia, entre otros países que están optando por cambiar las energías fósiles por renovables y así disminuir el efecto invernadero que lleva al calentamiento global y daña el medio ambiente.
Es impresionante y muy hermoso ver los grandes paisajes de Alemania llenos de aerogeneradores o molinos de viento que les proporcionan la energía eólica suficiente para sus necesidades, y si la demanda aumenta también los molinos. Asimismo los paneles que recogen y producen energía a través del sol, otro tipo de energía renovable limpia.
El punto más importante y atractivo de estos tres tipos de energía, la solar, la eólica y la del agua es que todas son renovables y ninguna afecta en ningún grado al medio ambiente ni a los seres humanos, cosa que no se puede decir de las energías fósiles que están siendo rechazadas por el planeta, que son costosas, afectan al medio ambiente y lo peor es que no se pueden recuperar.
Entonces cómo es que un país ´´en vías de desarrollo´´ donde se supone que hay mucha gente con visión de futuro se decide aprobar en su congreso la construcción de una planta que aparte de costosa muchos países han rechazado por considerar que es una energía sin retorno y hace daño al medio ambiente.