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24 de abril 2024
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OpiniónCésar FragosoCésar Fragoso

Perdimos en la pelota, pero ganamos en el país

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Durante varios días nuestro país dejó a un lado la chismografía de la política para hablar de un solo tema, el juego de la pelota.

Aunque hubo uno que otro tema que salió a relucir, rápidamente quedó opacado por el interés que todos ponemos en nuestro deporte nacional y, en especial, por el fervor patriótico que representa la imagen de nuestra bandera en los uniformes de los jugadores dominicanos.

Ese grupo de hombres que nos representó en el Clásico Mundial de Beisbol fue la digna demostración de que la Patria se antepone a todo y de que, cuando de defender nuestro país se trata, aunque sea en una simple competencia deportiva, el interés de los verdaderos dominicanos de apoyar y luchar por lo nuestro, está por encima de cualquier otro tipo de persecución de beneficios particulares.

La República Dominicana perdió la posibilidad de ganar al caer derrotada ante los equipos de Puerto Rico y Estados Unidos, dos conjuntos que, al compararlos hombre a hombre, podríamos decir que nosotros les superamos pues, los nuestros, en su casi totalidad, tienen mejores números que ellos en su participación en las grande ligas de la pelota.

A pesar de que perdimos, en la fiesta deportiva solo hubo una nota discordante que debe ser repudiada por todos los dominicanos y que no podemos dejar pasar a un simple olvido.

Me refiero a la demostración del grupo antipatriótico denominado Movimiento Verde, que aprovechó el primer partido jugado ante Cánada, para llevar a tierras lejanas algo que debemos discutir en nuestro país en cuanto al tema de la empresa ODEBRECTH.

Esa acción descabellada de pretender desacreditar la República Dominicana en un momento tan especial de nuestro nacionalismo, es una de las ganancias que sacamos de la derrota del mundial, pues, ahora todos sabemos que quienes dirigen la campaña verde, son unos desconsiderados que no les importa el país y que son capaces de dañar nuestra propia nacionalidad, con tal de lograr sus objetivos personales.

En cuanto a lo sucedido en el terreno del juego del bate y la pelota, en donde perdimos de dos equipos que podríamos considerar inferiores al dominicano, tenemos la oportunidad de llevar la experiencia al campo de la política y hacer algunas reflexiones.

Dicen por ahí que, camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.

Ese adagio popular se presta de manera especial para lo que está pasando con el PLD, un partido poderoso que poco a poco ha ido perdiendo sus conceptos originales y se ha convertido en una maquinaria electoral que lleva presidentes al Palacio Nacional.

El Partido de la Liberación Dominicana, ya no es lo que fue en cuanto a sus principios y, aunque se ha convertido en un gigantesco camarón, (esto por seguir con el adagio) si, sus altos dirigentes continúan aletargados por el sueño que les da el poder y siguen dejando a un lado a los que elección tras elección trabajan para que ellos lleguen, podrían ser sorprendidos por una fuerte corriente de personas inconformes que, fácilmente les sacarían del Palacio Nacional.

Danilo Medina, nuestro Presidente, fue el primero que, al ganar las elecciones del 2012, agradeció al Sector Externo por su triunfo, ya que, una gran cantidad de personas de todo el país, a través de movimientos fuera del PLD, se unieron para llevarlo al podio presidencial.

Esa misma circunstancia, pero elevada a la máxima potencia, fue la responsable de que en el 2016 Medina pudiera reelegirse.

Yo, que durante la campaña recorrí la mayor parte del país, fui testigo fehaciente del apoyo extraordinario recibido por el Lic. Danilo Medina por parte de innumerables movimientos externos al PLD que se unieron a la causa peledeísta y que, en la mayoría de los casos, en las caravanas y encuentros políticos, podría decirse, que había más presencia de los colores de cada movimiento, que el morado representativo del partido creado por Juan Bosh.

Les puedo asegurar, porque lo vi hacer en muchas oportunidades, que, en los lugares donde ondeaban las banderas de tal o cual movimiento, no se permitían o se trataban de disminuir al mínimo, la presencia de las banderas moradas.

Ahí vale la pena que los peledeístas se pregunten: Que pasaría en el 2020 si los miembros de esos grupos externos al PLD decidieran apoyar a candidatos de otros partidos o, sencillamente y, quizás por descontento, dejaran de participar en política a favor del PLD?

Siguiendo con las comparaciones de haber perdido en la pelota de dos equipos a los que debimos haberles ganado, decimos los campesinos que, “debajo de cualquier yaguita sale tremendo alacrán”.

Ese refrán debe llamar mucho la atención a quienes hoy nos gobiernan y a todos los que se podrían dejar convencer por sus contrarios para sacarlos del poder.

Para los que nos dirigen, encabezados por el Lic. Danilo Medina, los miembros del Comité Político, los del Comité Central y todos los funcionarios del Estado, la derrota sufrida por la República Dominicana es una llamada de atención a su dirección para que entiendan que no se puede menospreciar al contrario y que, hasta el más débil de los oponentes, si se dan las condiciones de lugar, podría sacarlos del Palacio Presidencial.

En el caso de los dominicanos que, al igual que yo, prefieren que nuestro país continúe creciendo económicamente y que la paz y en bienestar nos sigan acompañando, debemos tener mucho cuidado para no dejarnos picar por el alacrán que podría aparecernos si nos dejamos llevar por quienes solo buscan sus beneficios personales y no les importa que para conseguirlos tengan que dañar a toda una nación.

De ahí que, ante lo sucedido en el Clásico Mundial de beisbol, donde pudimos desenmascarar a unos y, como lectura de la derrota dominicana, advertir a otros, podemos asegurar que, perdimos en la pelota, pero ganamos en el país.

Por lo sucedido en el Clásico Mundial de beisbol donde pudimos desenmascarar a unos y advertir a otros, podemos asegurar que, perdimos en la pelota, pero ganamos en el país.

 

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