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25 de abril 2024
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Pedro Carreras Aguilera

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Nació el 18 de diciembre de 1954 en el paraje Arroyo del Montazo, sección Cidra de Tomas, municipio San Ignacio de Sabaneta, provincia Santiago Rodríguez, el 18 de diciembre de 1954; pero lleva mucho tiempo residiendo en Tenares y compartiendo conocimientos con sus munícipes, por lo que ambas comunidades lo han acogido como suyo por igual. (Agradecimiento al escritor y abogado Eduard Tejada, por haber sido la principal fuente suministradora de estos datos que aquí expongo).

Ensayista, novelista, agrónomo y catedrático. Se graduó de Maestro Normal y de Ingeniero agrónomo. Posee una maestría en Protección Vegetal y otra en Enseñanza Superior, ambas cursadas en la Universidad de Cuba; allí, según sus propias palabras, “me junté con un grupo de historiadores, especialmente del ensayo; tomé un entrenamiento sobre la construcción de este género y entonces abandoné los cuentos y la mala poesía que escribía. Ha sido docente en la Universidad Católica Nordestana, de San Francisco de Macorís; en la Universidad Católica del Cibao, de La Vega; y en la Univesidad Autónoma de Chiriquí, David Panamá. Ha dictado conferencias magistrales sobre recolección de fuentes históricas, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, de Santiago de los Caballeros. Fue miembro de la Agrupación Cultural Cacibajagua. Dirigió el periódico local El Vocero. Colaborador del periódico El Jaya, las revistas Radar Norestano, La Prensa, Estudios Sociales, y otros espacios digitales. Forma parte del Círculo Literario Domingo Moreno Jimenes, de San Ignacio de Sabaneta y de la Peña Cultural Los Ciguayos, de san Francsico de Macorís.

Pedro Carreras Aguilera ha publicado las siguientes obras: “ Cuando La tierra cantaba“ (novela); “El Noroeste en los perfiles de la historia dominicana“ (ensayo); “Trujillo y la rebeldía cibaeña“ (ensayo); “Dios se olvidó de esta tierra“ (novela); “El galipote bellaco y otors asombros“ (monografía sobre cultura popular); “Confesiones a Claudia“ (novela); “Una centuria tocando acordeón: de Ñico Lora a Tatico Henríquez“ (ensayo); “De Mayobanex a Balaguer: uina retrospectiva del Macoris del Norte“ (ensayo); “El general Juan Gómez: de Sabaneta a Juana Núñez“ (ensayo); “La Escuela Nueva. Ideología y culto a Trujillo“ (ensayo) y “Brevísimos tópicos de la historia chiquita“ (ensayo).

 

Ha sido merecedor de múltiples premios e importantes reconocimientos, entre los que  destacan haber recibido el Premio Nacional de Historia 2000, en el  Primer Concurso Nacional de Historia y Desarrollo de las Provincias, por la Presidencia de la República; Premio Nacional de Ensayo Rufino Martínez 2011, otorgado por la Sociedad Cultural Renovación, Inc., de Puerto Plata; Premio Nacional de Ensayo Pedro Francisco Bonó 2012, por la Fundación Global y Desarrollo (FUNGLODE); Premio Nacional de Ensayo 2013, por FUNDACOM;  Premio Nacional de Ensayo Pedro Francisco Bonó 2014, por la Fundación Global y Desarrollo (FUNGLODE) y Premio Nacional de Historia Vertilio Alfau Durán, Recolección Documental 2016, por el Archivo General de la Nación.

 

En todo el nordeste, Pedro Carreras Aguilera es un referente por su reconocida intelectualidad, por sus amplios conocimientos sobre las técnicas del ensayo y la novela, por su altruísmo a toda prueba y por su indiscutible don de gentes.

 

El poeta Diógenes Díaz Torres confiesa que pareciera que la frase “trabaja duro en silencio y deja que el éxito haga el ruido” se escribiera inspirada en la insigne figura del prolífico escritor Pedro Carreras Aguilera. Con más de una docena de obras publicadas e importantes lauros conquistados, este incansable trabajador de la cultura y diestro domador de la palabra, se ha erigido como una autoridad literaria, admirada y respetada en el intrincado mundo de las letras. Se reitera agradecido de la vida por la dicha de compartir la tierra que cubre sus raíces, Sabaneta, con  un intelectual de la estatura literaria de Carreras Aguilera, un compueblano que exhibe grandes éxitos en el conjunto de roles que definen al hombre ejemplar; es un verdadero gladiador frente a la vida, donde gana o pierde en buena lid, sin sacrificar sus valores, de ahí que nada ni nadie haya podido doblegar su dignidad.

Por otro lado, el escritor y abogado Eduard Tejada, considera que Pedro Carreras ya es un veterano del ensayo histórico en el que ha abordado temas que tienen que ver con nuestra identidad nacional, aquello que nos define como dominicanos: desde los merengues de Tatico Henríquez hasta el origen de las habichuelas con dulce. En Carreras se conjugan el buen escritor y el buen ser humano, siempre dispuesto a compartir sus conocimientos y experiencias en la literatura y en la vida.

 

Finalmente, el reconocido crítico literario, escritor y ex Ministro de Cultura José Rafael Lantigua, estima que Pedro Carreras Aguilera en su carrera literaria lleva consigo varios lauros obtenidos aquí y allí, todos en buena lid pues se trata de un escritor de poca visibilidad en el medio. Es novelista y ensayista, pero sus temas son variados, de lectura acogedora, con un estilo que absorbe la atención del lector. Posee sólo algunos de sus libros, pero entre ellos hay dos que a él le parecen joyas breves del ensayo nacional. Su escritura no es voluminosa, va directo al tema, lo desarrolla con buena base documental, convirtiéndolo en un jugoso deleite. Sus textos nos ofertan conocimientos que no poseemos, o no los tenemos bien delineados, con un sustancioso y entretenido enfoque.

 

Concluyo esta entrega de TRAYECTORIAS LITERARIAS DOMINICANAS con un fragmento de una novela de Pedro Carreras Aguilera:

 

Confesiones a Claudia

 

Tu preocupación: “Yo estoy asustada con esas movilizaciones, no te metas en esos líos, anoche mamá hizo una plegaria por ti”

Nunca se lo dije a los compañeros, pero a decir verdad, a partir de entonces me fui haciendo más conservador, a veces, me agachaba en algunos choques con la policía. Realmente, el país estaba sumido en una escalada de violencia. La prensa sólo hablaba de muertos y desaparecidos: “matan en el campus universitario a la estudiante Ercira Díaz Santiago”, “aparece muerto el periodista Gregorio García Castro”, “desaparece el izquierdista Henry Segarra”, “fusilan en presencia de su esposa embarazada al dirigente de izquierda Amín Abel”.

La necesidad de salir vivo y graduado de allí, para realizar mi vida junto a ti crecía, tomaba fuerza cada día más. No obstante, las ideologías amarran a los hombres y los arrastran por caminos difusos. A pesar del peligro, pensé que el amor, la revolución y la carrera podían convivir juntos. ¡Ah, Claudia!

Cartas comenzaron a fluir como lluvias que refrescan el estío veraniego, a pesar de tu mala redacción, las leía con bastante fluidez: “Papá te quiere mucho”, “mamá dice que tú sale un buen hombre”, “mis hermanos te mencionan todos los días”. Mientras tanto, la guerra uasdiana seguía en sus buenas, pla, pla, pla, plá… medio millón para la universidad. Balaguer, muñequito de papel, si no nos da los cuartos te vamos a romper. Entre el grupo, alguien de manera socarrona, le daba otro sentido al slogan y se oía: Balaguer, muñequito de papel, si no nos da el dinero, te lo vamos a romper.

Esa guerra comenzó a preocuparte a ti y a tu familia, porque en eso Don José se compró un radio Riviera y le cogió con oír todas las noticias y aquellos reportajes de Noti tiempo: “aaampliando, estudiantes universitarios chocan con la policía”, se fueron regando como pólvora en tu casa. Tus cartas comenzaron a llenarse de profunda…

 

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