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20 de abril 2024
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OpiniónJosé NúñezJosé Núñez

ES PATÉTICO: para RD desarrollarse necesita manos duras

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Es bien conocido que existen pensamientos y formas de gobernar antagónicas entre la democracia y la dictadura, y en ese sentido, algunas personalidades han dicho «que prefieren la peor de la democracia ante una dictadura», mientras que otros argumentan, «que es preferible una dictadura benévola a una democracia corrupta».

Aclaramos que hay diferentes tipos de democracias como de dictaduras en las formas de gobernar una nación, territorio o país.

Pero independientemente de estos razonamientos, hay otras ideas y opiniones que son de consenso, como la que expresa, «para un país desarrollarse requiere como condición obligatoria que existan leyes y que se cumplan o que se hagan respetar por el imperio de la Ley sin distinción de personas», so pena de pagar las consecuencias a quién o quiénes la violen o intenten violarla.

Y es que «la Ley debe ser ciegamente respetada y libremente discutida», tal cual planteó el  jurista, pensador, catedrático, historiador y político krausista español Gumersindo de Azcárate y Menéndez.

La Ley, la educación y la salud son las tres hermanas siamesas del desarrollo, pero siempre apalancadas con el crecimiento de la producción nacional, la investigación y la participación de las mayorías, por supuesto que todo en base a una eficiente y eficaz planificación.

Por eso es patético, es decir, conmovedor, decepcionante y hasta trágico que en la República Dominicana no se exhiba un desarrollo socioeconómico con mayores y mejores índices en comparación con muchos países de características similares y también de otros con condiciones disimiles y menos favorable en cuanto a calidad de la tierra, riquezas naturales y posicionamiento geográfico.

En nuestro país siempre ha estado el potencial de la naturaleza, con un territorio de 48,442 kilómetros cuadrados, representado por hermosas playas con temperaturas soleadas, divinas, ríos imponentes (antes de ser marchitados por los mezquinos intereses económicos), y con grandes extensiones de terrenos a la vista de todos, aptos para la agropecuaria…

También en el subsuelo; con su oro, el níquel, larimar y el potencial petrolero, todos  ocultos en el interior de la tierra como para que se protejan del pillaje local y foráneo. También está su gente trabajadora, con arrojo y determinación.

De ahí crece el convencimiento cada día, de que en nuestro país se requiere de manos duras para enfrentar situaciones negativas que ya se han convertido en flagelos por las diversificaciones y complejidades que han y vienen desarrollando.

Se entiende por una franja importante de la población, que si los siguientes aspectos se enfrentan con firmeza y sin vacilaciones, estaríamos a un paso de lograr un mejor posicionamiento del país, tanto en lo económico como en lo social, colocándonos a menos de un paso para alcanzar ser una nación desarrollada.

Si por ejemplo, se enfrenta el irrespeto a las leyes en todas las formas y frente a quien sea, es decir, que su aplicación se haga indiferente a que si el violador es del sector público o privado, funcionario o no, rico o pobre, militar o civil…

En este contexto, las leyes de tránsito son una muestra de lo empoderada que deberían estar las autoridades que tienen que velar por el tema, para poner un stop definitivo a ese mundo de la circulación vial tan desorganizado e infractor, peor que una selva, caracterizado por sus sindicatos, los moto-conchos, los carros del transporte público, las guaguas voladores, los taxistas, las patanas en todas las carreteras y hasta los conductores de vehículos privados, este es otro fenómeno palpable del subdesarrollo imperante…

La evasión fiscal ya se ha hecho cultural en el país, y su mejor muestra es que, entre el no pago del Impuesto a las Transferencias de Bienes y Servicios (ITBIS) y el Impuesto sobre la Renta (ISR) acumulan más del 102% de estafas al erario, según informaciones ofrecidas recientemente por el  Director General de Impuestos Internos (DGII).

No pagar los servicios y arbitrios municipales es un asunto tan normal, que ya gran parte de la población parece que piensa, que no saldar estas deudas es un derecho; ignoran que es un deber que se puede penalizar cuando se incumple.

Hay quienes creen que con el dinero se puede hacer de todo y no le paran a los límites, aunque algunos cuando caen, ven entonces que el chantajear no es siempre infalible.

Hoy en día hay más establecimientos de bebidas entre colmadones, drinks y discotecas que centros educativos de cualquier clase, lo que es otra afrenta al desarrollo nacional.

Muchos jóvenes consumiendo bebidas alcohólicas diario o muy seguidamente, incluso con mayor  frecuencia que  los de las naciones desarrolladas, lo que también merma las posibilidades de alcanzar el anhelado desarrollo económico.

Otra muestra de nuestras debilidades institucionales en contra del desarrollo y los avances sociales, es la de hombres que no respetan a las mujeres, y los conflictos entre parejas los solucionan matándolas, lo que genera secuelas aún más negativas.

Nuestro sistema de justicia, que a pesar de que hace aproximadamente tres décadas que un presidente de la República la igualó a un mercado, hoy en plena era digital y avanzando el tiempo en este siglo XXI, las cosas se muestran como un trampolín en ese ámbito, con altas y bajas, pero al fin, con oferta y demanda, un área que debe estar blindada en lo legal si se quiere aspirar en serio a lograr ser un país desarrollado.

Mejor lo dejo ahí, hasta el párrafo anterior, porque temas se han dicho, pero quedan otros no menos importantes, como son; el de la seguridad ciudadana, la transparencia…

Ahora bien, todo esto requiere de un gobierno y una justicia con manos firmes y duras,  parecido a una dictadura, pero con el consentimiento de amplios sectores de la sociedad.

Las opciones parecen ser, o  nos quedamos dando vueltas en círculos con nuestros problemas ancestrales a cuestas en una democracia imperfecta, o se implementa el método de manos duras en un orden democrático-constitucional.

De lo contrario, tarde o temprano va a quedar un solo camino, las manos duras de una dictadura… ¿pero cuál será su postura?

 

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