Participamos ayer en reunión entre los camioneros que trabajan, a buena velocidad en la construcción de la presa de Montegrande e ingeniero responsable del área de trabajos, en movimiento de tierras; hablamos de más de ocho organizaciones del sur que suplen la labor con más de cincuenta unidades díarias, esto es, la mitad en el turno diurno y la otra en el nocturno, en promedio.
Los camioneros de Tamayo, Neiba, San Juan, Azua y Barahona dicen no soportar más el peso de un financiamiento de la obra consistente en trabajar de día y de noche, gastando gomas, lubricantes, averias y sustento familiar, además del socorrido y real término moderno llamado “Costo del Dinero recibiendo los pagos, a más de cuatro meses como en los actuales momentos.
Los ciudadanos conscientes de la región, vemos con buenos ojos y esperanzas la llegada, ya realizada, de un complejo hidraulico que debe convertirse en el verdadero despegue económico de la zona y garantía, con el sistema de derivación de aguas por Canoa, de que el lago Enriquillo no amenace permanentemente las vidas y propiedades de su entorno, que es la mayor parte de la región Enriquillo y receptáculo de insalubridad y pobreza de la vecina república de Haití.
El lago Enriquillo que creció 23 metros vertical entre el año 2007 al 30-12-2012 tiene como freno esta magnifica obra conjunta con sus derivaciones, la cual no puede descansar en obros de un sector de la sociedad que no resiste los altos costos de operación, ni precios tan bajos de operación, más, como si todo fuera poco, el último pago va para los cinco meses sin solución, los camioneros amenazan con detenerse parcialmente este jueves y si no se responde, totalmente el próximo lunes.
POR JOSÉ ANTONIO MATOS PEÑA