EL NUEVO DIARIO, BERLÍN. – El ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, fue requerido este miércoles a dar explicaciones ante el Bundestag (Parlamento) por un supuesto pacto con Estados Unidos para evitar las sanciones anunciadas por Washington contra el gasoducto que llevará gas ruso a Alemania.
El documento, filtrado por la organización Ayuda Medioambiental Alemana (DUH), apunta a que Scholz ofreció en agosto de 2020 al entonces responsable de Finanzas de Donald Trump, Steven Mnuchin, un pacto que implicaba inversiones en gas estadounidense por unos mil millones de euros a cambio de que renunciaran a esas sanciones.
El propósito de EEUU de imponer sanciones contra el gasoducto Nord Stream II es uno de los múltiples problemas que se topa ese proyecto.
El Gobierno de la canciller Angela Merkel ha sostenido hasta ahora su propósito de culminarlo, por encima de las exigencias lanzadas desde la oposición para que lo detenga, acrecentadas ahora por la detención y condena del líder opositor ruso, Aléxei Navalni, que Berlín ha condenado como el resto de la Unión Europea (UE).
El documento ahora filtrado por la DHU compromete personalmente a Scholz, con rango de vicecanciller en la gran coalición alemana y candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) a las elecciones generales del próximo 26 de septiembre.
El propio Scholz se mostró hace apenas una semana convencido de que Nord Stream 2 se completará, pese a las presiones de algunos de sus socios europeos -como Francia y Polonia-, así como Estados Unidos, para que se detenga.
Este costoso proyecto, valorado en unos 9.500 millones de euros, está prácticamente terminado -está construido un 95 %- y en él están implicados unos 120 inversores, tanto alemanes como de otros países europeos.
Berlín ha insistido en «separar» la cuestión del gasoducto de las condenas por la represión a las marchas opositoras a favor de Navalni, quien fue detenido en cuanto regresó a Moscú procedente de Alemania, donde pasó cinco meses tras el envenenamiento del que acusa directamente al presidente Vladímir Putin.
El Nord Stream II sigue a un primer gasoducto ruso que se fraguó en tiempos del antecesor de Merkel en la Cancillería, el socialdemócrata Gerhard Schröder, amigo del presidente ruso, Vladímir Putin, y con intereses en Gazprom.
Desde el SPD se ha respaldado ese proyecto, cuyo tramo final afecta al «Land» de Mecklenburgo-Antempomerania, gobernado por la socialdemócrata Manuela Schwesig.
Hasta ahora Berlín sostiene que en el proyecto es imprescindible para la transición energética y que en él no solo están en juego intereses alemanes y que hay compromisos que cumplir con los inversores implicados, incluidos los europeos.
