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24 de abril 2024
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OpiniónRolando FernándezRolando Fernández

Otro más para que olviden: ¡un claro entretenimiento premeditado!

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¡Aguaiten señores! “Que el señor Johnny Abbes García, antiguo jefe del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), durante la “Era de Trujillo”, está vivo todavía; que goza de 94 años de edad; que está viviendo en la ciudad de Nueva York, acompañado de una dama dominicana; y, que se oculta con una documentación peruana. Es lo que se dice, entre otras cosas”.  ¡Qué noticia! (Véase: “Listín Diario”, del 15-11-18, página 2ª).

Al leer aseveraciones como esas, las preguntas que de inmediato asaltan al respecto son: ‘¿Y qué, a estas alturas? ¿Tendrá eso mucha importancia? ¿Qué se puede hacer? ¿Se podrá procesar hoy judicialmente a ese “magnate”, por los hechos criminales que cometiera el mismo en aquel pasado oprobioso?

Indudablemente, se está en presencia de “muchas plumas de gansos”, como diría cualquier pensante medio. Ya tales decires tienen poco sentido. Cuando se tenía que investigar, y hacer lo debido respecto a ese señor, con una página tan negra detrás, se dejó de lado, por conveniencias o complicidad. Quienes tenían que actuar, se hicieron los locos.

Evidentemente, “este es un país muy especial”, como reza una calificación dada a la nación por un intelectual nuestro. Se acostumbra a estar jugando con el grueso de la población, considerándole tarada; y, que muy pocos ciudadanos pueden ver más allá de la curva, tal se dice.

Y, la forma obvia de hacerlo, como estimada efectiva, es el desvío de la atención de las serias problemáticas perentorias y perturbadoras, que, en términos de atención inmediata son dejadas de lado, y que vienen acosando a la gente aquí desde hace mucho tiempo.

Se procura ese propósito malsano, si cabe el término, a través de titulares llamativos en la prensa local, que le hace el juego al poder político-social regente, cuyos contenidos envueltos se tornan entretenedores; que desplazan mentalmente a la población de su realidad fehaciente, tal es lo que se quiere.

Ahora tocó el turno a otro titular de película, sobre la eventual existencia física aún del señor Johnny Abbes García, connotado y antiguo director del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), durante la tiranía en Dominicana de Rafael L. Trujillo M., “El Jefe”. Según aparece en la primera plana del “Listín Diario”, edición del 15-11-18, “CAUSA REVUELO LA TESIS DE QUE EL SANGUINARIO JOHNNY ABBES AUN ESTÄ VIVO”. ¡El alboroto está patente!

Eso, a partir de que el reconocido poeta Tonny Raful, planteara esa tesis, basada en sus investigaciones, y documentos relativos, que ya han sido desclasificados, y por supuesto, salieron a luz pública, amén de las inferencias que se hacen de las narraciones de algunos historiadores locales, aunque exista entre esos, cierta disparidad de criterio sobre la cuestión.

Por ejemplo, dice el historiador Juan Daniel Balcácer, director de la Comisión de Efemérides Patrias: “En mi opinión, hasta prueba en contrario, Abbes García fue asesinado en Haití, como se ha sostenido hasta el presente”.

¡Y entonces! Se supone que está hablando una autoridad en la materia, por lo que se entiende ese aviso, como otro bulto, para llamar la atención solamente.

En lo que va del presente año, se ha venido ocupando la “mente” de la población, a golpe de titulares periodísticos, repartiendo diferentes mensajes sobre temáticas muy alejadas de las que tienen que ver en forma directa con las penosas situaciones de todo tipo, que abaten por décadas a la población nacional.

Los contenidos de las informaciones y las reseña que publica la prensa local, solo van en la dirección de temas tales: la reelección del primer mandatario de la República; la celebración de primarias abiertas, o cerradas, por parre de los partidos políticos del “solar”; las rebatiñas y pugilatos en ese orden, entre los seudo congresistas que se gasta la nación, seguidores de Danilo Medina y Leonel Fernández; las encuestas politiqueras; las nuevas relaciones con China; los convenios oficiales distintos firmados con los asiáticos; el viaje del presidente de los dominicanos a China; ; y, el “pan nuestro de cada día”, la concertaciones de nuevos empréstitos con el exterior, que dizque ayudan, según algunos de los que disfrutan del poder estatal. ¡Se cuestiona a qué!

Ahora se ha venido a completar el coctel “distrayente” de estilo, con el rodaje noticioso sobre una especie de novela basada en que: Johnny Abbes García, el otrora jefe del SIM, que tuvo el régimen de Trujillo, aún vive, aunque, con más de nueve décadas de existencia.  ¡Qué notición más “importante” para el país!

Sin embargo, del combate a la corrupción, como de los cambios pertinentes que requiere últimamente el poder judicial de la nación (Lo que se está buscando en estos momentos, es hacer más selecto el “comodín” para los políticos, a nivel de esa instancia); el fin de la impunidad en torno a los sonados escándalos que han sacudido a esta República (casos: OISOE, aviones tucanos, CEA Los Tres Brazos, ODERETCH); como, los concernientes a narcotráfico, lavado de activos, inseguridad ciudadana, el gran problemazo de la invasión silente haitiana, entre otros, muy poco, o nada se dice.

Sobre el de  mayor eco, por las repercusiones y tentáculos internacionales, lo que se publica es que, está empantanado, (“Caso Odebrecht se empantana; dos apelan decisión juez Ortega”, periódico “HOY”, del 13-11-18), lo cual no se considera como casual, sino debido a toda una estrategia oficial de solapamientos obvios, con el concurso de los abogados que actúan como cómplices dentro del proceso, y que esgrimen los tecnicismos dilatadores de estilo dentro del ejercicio; al igual que, recurren a los incidentes y las recusaciones complementarias acostumbradas.

¡El asunto es que, la población se distraiga! Cuál será el próximo tema para hacer olvidar los males presentes. Probablemente, que no fue a Trujillo el hombre que mataron el 30 de mayo de 1961, sobre lo que bastante se ha especulado, con argumentaciones que lucen muy sustentadas; y que, no obstante, los historiadores dominicanos no se han inclinado por investigar con seriedad esa cuestión; mucho menos, nunca han osado decir esta boca es mía, sobre dicho particular.

¡Qué fácil manejan los políticos a los ingenuos en este país!

 

Autor: Rolando Fernández

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