Este lunes el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano anunció la elección como propulsor del profesor Fernando Teruel para ingresar al nicho de los inmortales. Con la elección del connotado entrenador, la olvidada Mayo Sibilia -la madre de las Reinas del Caribe- tendrá que esperar más tiempo para su elección.
No es que tenemos nada en contra del profesor Teruel, quien ha dedicado su vida al deporte como técnico, dirigente y forjador de grandes valores, luego de casi cinco décadas al servicio de las mejores causas del deporte nacional.
Lo que queremos hacer es un llamado a los miembros del Pabellón de la Fama, para que tomen en cuenta los casi 70 años de Doña Mayo ligada al voleibol dominicano, primero como jugadora de la selección nacional, luego entrenadora, formadora, profesora y hasta psicóloga.
Por las manos de doña Mayo, quien es propulsora, han pasado más de mil niñas, entre ellas las hijas de mamá (las Reinas del Caribe): Gina Mambrú, Prisilla Rivera; las hermanas Brayelin y Jineiry Martínez; además de las ya inmortales del deporte Milagros Cabral, Cosiris Rodríguez, Yudelkis Bautista y Thelma Tejada.
Difícil asimilar que antes de introducir a sus hijas, no ha sido electa Doña Mayo.
Sibilia ganó ocho títulos en el torneo de voleibol superior, siete con Mirador y uno con el Club Naco.
Mayo fue la primera mujer asistente de la selección nacional de mayores y luego entrenadora.
La formadora dirigió todas las selecciones, desde infantil, juvenil y hasta la superior. Tiene un pedigrí bastante amplio como dirigente, desde Centroamericanos y eventos mundiales.
Fue la primera mujer en ser entrenadora superior.
Mayo fue presidenta de honor del 50 Ceremonial del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
Quizás Doña Mayo no ha tenido el soporte y ayuda por parte de la Federación Dominicana de Voleibol.