En estos días de reflexión personal, a raíz de la pérdida terrenal de mi padre, analicé con énfasis sus últimos pasos. Hasta el día antes de la tragedia, yo tenía casi dos semanas sin verlo, puesto que la última semana de mayo estuve en Budapest, participando en la Cumbre Trastlántica, y la primera semana de junio, él estuvo en Suecia, representando al país en la Conferencia Estocolmo 50.
Durante su última semana de vida se conjugaron dos elementos fundamentales que marcaron su gestión en el Ministerio de Medio Ambiente; pero también significaban una gran satisfacción personal para él: representar a su país en los más altos níveles de la diplomacia medioambiental, y el domingo 5 de junio, hacer un acto de justicia con campesinos que fueron desalojados luego de iniciado el Plan de Recuperación del Parque Nacional Valle Nuevo. Esto útimo consistió en indemnizar a estos ciudadanos con el pago de 27 millones de pesos. El total de los primeros agraciados fueron 315. Terminada dicha actividad, plantó, junto a mi madre, su fiel acompañante de vida y de aventuras medioambientales, un ébano verde.
“Hemos conmemorado el Día Mundial del Medio Ambiente con una ceremonia histórica en Constanza. Hemos iniciado en @ambienterd la indemnización de los 300 agricultores que desocuparon el área protegida Parque Nacional Valle Nuevo en 2016. Palabra cumplida del presidente @luisabinader”, expresó Orlando en su cuenta de instagram.
Desde junio del 2021, mi padre se empeñó en completar dicho plan de recuperación. Visitó Valle Nuevo en innúmeras ocasiones. Se reunió con todo el liderazgo local de la zona, sin importar banderías políticas. Fue objeto de ataque por allegados a los intereses contrarios a la protección del medio ambiente. Sin embargo, nunca se desenfocó de su objetivo. Me cuenta mi madre que los rostros de alegría de los campesinos que fueron indemnizados, era algo que ellos nunca habían visto en sus 32 años de matrimonio y vida pública.
Volviendo a su viaje a Estocolmo , el 4 de junio, Orlando colgó en instagram una foto visitando la tumba de Olof Palme, primer ministro de Suecia entre 1969 y 1976, y luego de 1982 a 1986. El 28 de febrero de 1986 fue asesinado mientras salía del cine con su familia.
“Olof Palme fue primer ministro de Suecia en dos oportunidades. Fue líder socialdemócrata e impulso las reformas del estado de bienstar en Suecia. Pero además fue el primer ministro que inauguró la primera conferencia mundial sobre medioambiente en 1972, que es hoy día #stockholmplus50. Fue amigo de Peña Gómez, y también de destacados dominicanos, entre ellos mi padre.”, expresa el pie de foto.
Orlando era un gran admirador de Olof Palme. Así me lo manifestó en distintas ocasiones. Él, al igual que mi abuelo Salvador Jorge Blanco, eran abanderados de la socialdemocracia europea, aquella que instauró el estado de bienestar en varios países, como Suecia, Dinamarca, Noruega, Alemania, etc.
Pero su admiración y afinidad con Olof Palme venía principalmente por el apoyo que el ex primer ministro de Suecia le había brindado al PRD en la República Dominicana, a través de la Internacional Socialista (IS), que en las décadas de los 70, 80 y 90 tenía una real incidencia en el mundo.
De hecho, en el año 1980, se celebró en Santo Domingo, el primer Comité para América Latina de la IS. Al país asistieron los principales líderes de la socialdemocracia: Olof Palme de Suecia; Mario Soares, presidente de Portugal; Willy Brandt, icónico canciller de Alemania; François Mitterand, presidente de Francia; Felipe González, posteriormente presidente de España y lider del Partido Socialista Obrero Español (PSOE); de nuestra parte, el gran anfitrion fue José Francisco Peña Gómez, líder del PRD. Interesante resaltar que uno de los temas de agenda era la ocupación de la embajada dominicana en Colombia por parte de grupos terroristas, hecho en el que, según algunos analistas, participó el hoy presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Me comenta Milagros de Camps, viceministra de Cooperación Internacional del Ministerio de Medio Ambiente, una de las colaboradoras más cercanas de mi padre, que en el viaje a Estocolmo, “desde el primer día dijo que quería ir a al tumba de Olof Palme”.
“Hablamos mucho de Olof. De su hijo que el lo había conocido en otro viaje. De hecho le escribimos para juntarnos con el, pero vivía lejos de la ciudad. Pasamos por el frente del lugar donde lo asesinaron saliendo de un cine. En el parque cementerio donde está la tumba de Olof, me comentó sobre que violenta e innecesaria fue esa muerte. Estaba hablando de lo increible de que esas cosas pasen.”, me comenta Milagros.
Cual premonición, esa foto se replicó en nuestras vidas el 6 de junio, cuando mi padre falleció en circunstancias similares a las de Olof Palme. Nunca sepultaremos el dolor de la ausencia física de Orlando, pero viviremos con la alegría de que se encontraba en su plenitud como ser humano, como profesional, pero sobretodo, en lo espiritual, como dijera mi hermana en el funeral. Y así está siendo recordando por todo el pueblo dominicano.