EL NUEVO DIARIO, RÍO DE JANEIRO.- La Justicia brasileña ordenó hoy la reclusión provisional en un reformatorio por 45 días del adolescente de 14 años que, supuestamente víctima de bullying, asesinó a tiros a dos compañeros de escuela en la ciudad de Goiania (centro de Brasil) y dejó heridos a otros cuatro.
La jueza Mónica Moreno Senhorello, la magistrada de turno este final de semana en el Tribunal de Justicia del Estado de Goiás, acató la petición hecha este mismo sábado por la Fiscalía y determinó que el menor se recluido en un reformatorio mientras la Justicia se pronuncia definitivamente sobre su situación legal.
La jueza también determinó que el menor se presente el próximo lunes en el juzgado para menores de Goiania para dar inicio al proceso en que se definirá su suerte.
La reclusión por 45 días fue solicitada por el promotor Cássio Souza Lima, representante del Ministerio Público, tras escuchar al menor este sábado, un día después del tiroteo dentro de la institución educativa privada que provocó consternación en Brasil.
Souza Lima, que interrogó al adolescente en la comisaría policial en la que está detenido desde el viernes, afirmó que el joven se dijo arrepentido y que lo vio tranquilo y sin síntomas de desespero o de algún problema mental.
«El demostró arrepentimiento. Dijo que tomó el arma debido a que sufría bullying y que salió disparando, pero está tranquilo», afirmó el promotor en declaraciones a periodistas tras su encuentro con el menor.
El fiscal agregó que le pidió al juez de menores responsable por el caso que el adolescente sea recluido provisionalmente por 45 días, o hasta que el magistrado se pronuncie sobre su situación legal, en una institución en la que pueda contar con protección debido a que, por su condición de hijo de dos miembros de la Policía Militarizada, se teme que pueda ser agredido por los otros jóvenes infractores.
El grave incidente ocurrió hacia el mediodía del viernes en el Colegio Goyases, una institución privada ubicada en un exclusivo conjunto residencial en Goiania, la capital del estado de Goiás.
El acusado utilizó un arma de dotación de la Policía Militarizada, una pistola «.40», que retiró de su casa a escondidas de sus padres con la intención de vengarse de colegas que supuestamente lo sometían a humillaciones públicas.
El agresor, que dijo haberse inspirado en episodios como el de Columbine (EE.UU.), llevó el arma al colegio escondida en su mochila y la utilizó dentro de una sala de clases que compartía con cerca de 30 compañeros, contra los que disparó de forma indiscriminada, según los testigos.
Dos de los seis jóvenes tiroteados, todos entre 13 y 14 años, murieron de forma inmediata y los otros cuatro sufrieron diferentes heridas, entre los cuales una adolescente cuyo estado de salud es considerado como muy grave.
Las dos víctimas mortales fueron sepultadas este sábado en ceremonias en que sus familiares dijeron haber perdonado al agresor y que no podían atribuirle la culpa individualmente sino a la sociedad.
Souza Lima afirmó que por ahora todo permite decir que el arma de la madre del agresor estaba «bien escondida» en la casa y que el adolescente la encontró por casualidad, pero que aún no se descarta la posibilidad de que los padres puedan ser procesados por omisión.
En caso de que llegue a ser considerado responsable por los crímenes, el adolescente, por su condición de menor, tan solo puede ser sancionado con una reclusión en reformatorio por un máximo de tres años.
