EL NUEVO DIARIO, BOLIVIA.- La oposición boliviana ha pedido informes oficiales al Gobierno de Evo Morales sobre las obras en construcción que abandonó la empresa española Corsán Corviam, filial de Isolux Corsán, y el estado de una carretera inaugurada hace cinco meses, pero que, según la denuncia, presenta muestras de "total deterioro".
El senador opositor Yerko Núñez, de la fuerza Unidad Demócrata (UD), afirmó hoy en una rueda de prensa que las peticiones buscan aclarar lo que consideró una "estafa" al Estado, el "exceso" que supone que la constructora haya "abandonado" el país y los daños que afrontan las empresas bolivianas subcontratadas en esas obras.
Núñez explicó que el primer informe solicitado al Gobierno es sobre el abandono de la construcción de la carretera entre las localidades amazónicas de Ixiamas y San Buenaventura y el segundo sobre la planta hidroeléctrica Miguillas, en el norte de La Paz.
El Estado contrató la construcción de esa ruta por 137 millones de dólares y de la hidroeléctrica por 397,9 millones de dólares.
El ministro de Obras Públicas, Milton Claros, debe responder al informe sobre la carretera Ixiamas-San Buenaventura, y su colega de Energías, Rafael Alarcón, a la solicitud sobre la hidroeléctrica.
En ambos casos, las autoridades deben informar sobre cuál es el avance de las obras y qué procedimientos deben ponerse en marcha para que el Estado pueda cobrar las garantías bancarias depositadas por la firma ante un posible daño económico a las arcas estatales.
Además, Núñez pidió otro informe a Claros sobre el estado de la carretera entre los pueblos de Yucumo y Quiquibey, también en la Amazonía, que fue inaugurada hace cinco meses por el presidente Evo Morales, pero que, según el legislador, está en "total deterioro"
El senador aseguró que en esa ruta, de 40 kilómetros, el Estado ha invertido 35 millones de dólares y que el presidente Morales entregó la obra como un "regalo" al departamento de Beni, pero ahora la carretera tiene varios problemas para la circulación.
La semana pasada también expresaron su preocupación sobre la situación de Corsán Corviam los ministros Claros y Alarcón y la presidenta de la empresa estatal Administradora Boliviana de Carreteras, Noemí Villegas, que estaban a la espera de comunicarse con los ejecutivos de la firma para aclarar lo sucedido.
Además, según la prensa de La Paz, hay por lo menos 120 empresas pequeñas que fueron subcontratadas por Corsán Corviam para trabajar en la ruta entre Ixiamas y San Buenaventura, a las que se adeuda alrededor de 11 millones de dólares.
