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19 de abril 2024
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OpiniónMaría HernándezMaría Hernández

Operación Calamar

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Como si se tratara del guión de cualquier película la población se mantuvo bien atenta al final que tendría la Operación Calamar,  anunciada con el mismo aparataje de otras que han tenido igual suerte, cuyos nombres también hacen referencia a animales marinos.
Es importante describir cómo es un calamar. De acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, el calamar es un molusco que es cefalópodo y comestible , es decir,  que tiene la cabeza voluminosa y con  tentáculos alrededor de su boca. Su cuerpo es alargado y con una especie de concha en su interior como si fuera una pluma de ave. Puede tener alrededor de diez tentáculos que están provistos de ventosas y dos los tiene más largo que todo el resto. Segrega un líquido de color negro con el que se defiende de los que les atacan, por eso el nombre que el Ministerio Público de nuestro país le puso a ese proceso.
Desde el inicio de la Operación Calamar  los abogados de todos los imputados declararon que sus clientes no tenían nada que ver con el caso y que la mayoría no guardaba relación con ninguno de los acusados.
«No sé por qué estoy aquí «, dijo hace unos días José Ramón Peralta , uno de los dos imputados que  quedan  detenidos de la Operación Calamar,  de los 20 que habían sido acusados de engañar al Estado con miles de millones se pesos.
Partidos de oposición como el de la Liberación Dominicana han denunciado que no se cumple con el derecho al dejar detenidos a dos de sus miembros,  José Ramón Peralta y Donald Guerrero. “Esto hace pensar que se trata de una decisión que no está basada en lo que establece la normativa procesal penal, sino más bien en un deseo de complacer en alguna medida la presión, política y mediática, tratando de quedar bien con todas las partes, algo que no corresponde al rol del juez imparcial”, destaca el PLD en un comunicado enviado a los medios de Comunicación.
Es una coincidencia que cuando la ciudadanía está pasando por situaciones difíciles,  sobre todo en el ámbito económico,  surgen hechos que los hacen olvidarse de que comer es importante y dentro de esos temas pueden estar los de salud,  recordemos los casos recientes del Cólera y hasta el regreso de la Chicungunya. Los temas judiciales son los que más asustan y en esta gestión se ha abusado de este recurso.
Por suerte no se han volcado las detenciones hacia directivos de los medios de comunicación ya que en países como Nicaragua,  los procesos judiciales son utilizados para acallar a la prensa.
En Estados Unidos,  el mismo ex presidente de ese país,  Donald Trump   denunció que esos procesos de que es objeto en los tribunales lo que buscan es imposibilitarlo de aspirar nuevamente a la presidencia,  aunque,  de acuerdo a los expertos,  puede aspirar,  de todos modos.
También en Brasil,  el ex presidente Jair Bolsonaro responde a los cuestionamientos de la justicia por unas joyas, de mucho valor,  que recibió durante su mandato desde  Arabia Saudita.
Los casos judiciales a personalidades importantes no se detienen a nivel nacional e internacional.
Lo más difícil de todo es que «Lo hecho hecho está  y miente que algo queda», como dicen. Quién le devuelve a esos acusados de diferentes casos su moral y dignidad tirada por el suelo públicamente.
El Sistema de Justicia de la República Dominicana debe imitar a naciones en donde el Ministerio Público dura años investigando los casos de manera tal que cuando detienen a una persona no hay nada más que buscar,  el resultado será una condena contundente,  no un Show Mediático, ni Pan y Circo,  como han denunciado muchos a través de los medios de comunicación y redes sociales.
Hoy el panorama ha cambiado y jueces que están para hacer cumplir las leyes han sido destituidos por no cumplir con sus deberes como el más reciente caso de un juez de Pedernales.
La ciudadanía espera que con las dos personas que están detenidas por la Operación Calamar se demuestre que la política no tiene nada de influencia en la justicia dominicana y después que se compruebe su inocencia vayan a sus hogares a devolverle el aliento y la paz a sus familiares y amigos y si se les encuentra culpables paguen como corresponde en nuestras sobrepobladas y deprimentes cárceles.
Por: María Hernández 

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