EL NUEVO DIARIO, GINEBRA.- El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, se mostró hoy "profundamente alarmado" por la celebración de marchas y mítines en varias provincias burundesas en las que hombres jóvenes de las milicias Imbonerakure instan a violar o asesinar a oponentes.
El alto comisionado para los Derechos Humanos informó en un comunicado de un vídeo que circula en las redes sociales y que muestra a más de cien miembros de las juventudes del partido gobernante en Burundi, las milicias conocidas como "Imbonerakure", haciendo varias decenas de veces llamamientos a "dejar embarazadas a oponentes para que puedan parir a Imbonerakures".
Otro grupo corea entonces hasta 19 veces "él o ella debe morir", indicó el organismo.
El mitin tuvo lugar en la comuna de Ntega, en la provincia de Kirundo, en el noreste del país.
Tras la publicación del vídeo el pasado 5 de abril, el partido gobernante CNDD-FDD emitió una declaración en la que condena los llamamientos y afirma que una investigación preliminar determinó que hubo "influencias de fuera del partido".
No obstante, el portavoz del alto comisionado, Rupert Colville, dijo en una rueda de prensa que recientes informaciones indican que se organizaron mítines similares en todo el país por parte de funcionarios del partido gubernamental y del presidente.
"Los grotescos coros sobre violaciones por parte de jóvenes de Imbonerakure en varias provincias burundesas alarman profundamente, sobre todo porque confirman lo que hemos oído de los que han huido de Burundi sobre una campaña de miedo y terror por parte de esta milicia organizada", afirmó Zeid.
La ONU dispone de informaciones creíbles sobre graves violaciones de derechos humanos como el uso sistemático de la tortura por parte de las fuerzas de seguridad y redadas nocturnas de Imbonerakure en viviendas de personas que rehúsan sumarse al partido oficialista.
El alto comisionado señaló que hubo un importante aumento de desapariciones forzosas entre noviembre de 2016 y marzo de 2017, y el hallazgo de decenas de cuerpos sin identificar en varias partes del país durante este periodo.
De acuerdo con la ONU, entre abril de 2015 y el 10 de abril de 2017 unas 401.573 personas huyeron de Burundi y algunos han relatado que Imbonerakure visitaban regularmente viviendas rurales, obligaban a residentes a pagar contribuciones financieras e imponían "impuestos" sobre bienes vendidos en mercados o sobre comerciantes que pasan por controles de carretera.
El alto comisionado instó al Gobierno de Burundi a garantizar a la oficina acceso libre al país, a fin de poder vigilar la situación de los derechos humanos y verificar de manera independiente las acusaciones de graves violaciones.
