Ha sido despacio, pero hemos estado reactivando la mayoría de los sectores económicos de la República Dominicana.
Aunque falta el turismo que es nuestra principal industria sin chimeneas, pero con la facultad de encender las de las demás. Y al no estar operando un sector tan fundamental para la economía, es lógico que se refleje en la realidad general.
Hay, además, otras actividades muy asociadas igualmente al turismo como son los artistas, bares y restaurantes, que su situación resulta preocupante por el daño que dejará la parada por la pandemia.
Es difícil, pero debemos procurar seguir volviendo consistentemente a una nueva normalidad con cuidado y responsabilidad.
La realidad lo exige a la mayoría.