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20 de abril 2024
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OpiniónOrbis Beltré

¡!ODEBRECHT¡!

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El Ministerio Público es la puerta de acceso a la justicia penal. Si esa puerta no se abre, o si esa puerta se abre mal, no existe la posibilidad de que los jueces del Pode Judicial puedan deliberar sobre los principales casos de corrupción que nos afectan hoy.

La impunidad, contrario a como lo cree la población, no se debe a que los jueces sean corruptos (no significa que no haya jueces corruptos).

Muchas veces a los jueces no se les da la oportunidad de juzgar como quisieran y conforme a los recursos que pone a su disposición el ordenamiento jurídico dominicano, porque el Ministerio Público deliberadamente en la primera etapa del proceso penal, que se llama Preparatoria, y que es donde se recolectan los medios de pruebas, daña los casos, obligando a los jueces a decidir con el «No ha Lugar» que tanto cuestiona la sociedad.

Con el caso «Félix Bautista» por ejemplo, vimos cómo el Ministerio Público violó, con plena conciencia, el principio de legalidad de la prueba, armando a la defensa del encartado con los argumentos indestructibles del artículo 69 numeral 1 de nuestra Carta Magna, y del artículo 26 del Código Procesal Penal dominicano. Hoy el Ministerio Publico está haciendo lo mismo con el caso «Odebrecht».

Y para que no haya dudas de que el Ministerio Público está, ante todo, empeñado en hacer el papel de cirquero, solo debemos observar la actitud del señor Procurador General de la República tras la decisión del juez José Alejandro Vargas, consistente en el rechazo a la validación del acuerdo entre el Ministerio Público y Odebrecht, mediante el cual se expresaba el desistimiento de toda acción penal contra dicha multinacional, confesa sobornadora de funcionarios públicos para ganar licitaciones de grande obras en nuestro país.

Observación: el señor Procurador General de la República le solicitó al juez José Alejandro Vargas que validara la renuncia del Ministerio Público a accionar penalmente contra la Odebrecht. El juez a su vez rechaza que el Ministerio Público renuncie a su deber de someter por ante los tribunales de la República a los probables responsables de un ilícito penal, y cuando esto sucede, el Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, jefe del Ministerio Público, sugiere que el citado juez sería el culpable de que los corruptos se salgan con las suyas, advirtiendo al mismo tiempo que «les digo a los corruptos que recibieron ese dinero que no celebren la decisión judicial sobre el acuerdo, porque tienen sus días contados. Los que traicionaron la confianza del pueblo recibiendo sobornos de Odebrecht van a ir a la cárcel».

Es increíble el cinismo del señor Jean Alain Rodríguez, Procurador General de la República. Y es increíble cómo ya el tema «ODEBRECHT», de repente no tiene la relevancia que debería ameritar en los medios de comunicación.

 

 

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