A veces muchos de nosotros nos sentimos tan impotentes para sostener en un país como la República Dominicana, donde se supone que el que grita mas alto e inventa la calumnia mas grande es siempre dueño de la verdad, que vivimos en lo que se denomina un Estado de Derecho.
Este es un modelo de organización del Estado Dominicano, que nos dimos cuando nuestros representantes lo declararon en nuestra Constitución como Nación, en el que todo gira alrededor de leyes escritas e instituciones que se rigen por ellas, y todos debemos someternos como iguales al mandato de esas. normas.
Pero aquí, un país que tiene leyes para todo, los dirigentes políticos, que están llamados por definición, ya que son los administradores del país, a exigir que se cumplan las leyes pues son los primeros que quieren gobernarnos a través de entrevistas de televisión, amenazas en la radio y ahora marchas en las calles.
Todo esto tiene que ver con el anuncio que hizo el Juez del Tercer Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, Francisco Quevedo, de que aceptaba la homologación del acuerdo entre la Procuraduría General de la República y la empresa brasileña Odebrecht, por medio del cual esta acepta pagar lo que dice la ley en caso de soborno a cambio de algunas concesiones legales.
Este es un procedimiento normal en los países del primer mundo, donde la llamada ¨Ley y Orden¨, que es el conjunto de investigadores y fiscales, usan a personas o instituciones que han violado la ley en casos penales como sus principales testigos, para conseguir a través de sus confesiones sirvan de prueba principal en contra de quienes han cometido el delito que se considera principal.
¿De donde ustedes creen que surge la figura del testigo protegido de que tanto se habla en muchas partes del mundo?, pues son personas que han cometido crímenes, algunos horrendos, pero que al ser enfrentadas a lo que podría ser una fuerte condena, escogen el camino de confesar y acusar a sus jefes u otros relacionados para disminuir su castigo.
Pues en la República Dominicana la confesión de Odebrecht del delito de soborno, la admisión de los cargos en su contra y el resarcimiento económico al país con la suma prevista por la ley, en un acuerdo donde se compromete a entregar los nombres de quienes recibieron la suma de 92 millones de dólares como soborno, para garantizar la concesión de obras, es criticada por algunos genios de la política, a pesar de que todo esto es parte de nuestra organización jurídica.
Es mas, el mismo expediente que da origen a este tema, el que está depositado en el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, es un acuerdo económico de pago de una suma, que la semana pasada fue rebajada a la mitad, donde no se persigue penalmente a los directivos de Odebrecht, a cambio de la confesión y la entrega de dinero constante y sonante a Brasil, Suiza y la Unión Americana.
Pero no, aquí donde en una inteligente decisión, el Procurador General de la República, negocia con Odebrecht el cese de la persecución penal a sus directivos, que al final nunca vendrían a ser juzgados en la República Dominicana porque están todos dentro de un enorme expediente en Brasil, a cambio de el doble de la suma que confesó en los Estados Unidos y toda la información para perseguir a los nacionales dominicanos que participaron en estas actividades, se critica porque algunos quieren al parecer eternizar el tema.
¿Qué mas es lo que quieren?
En el acuerdo la compañía Odebrecht se obliga a lo siguiente:
1. Identificación de los funcionarios públicos sobornados en la República Dominicana; y toda la información que conduzca a los coautores o cómplices.
2. Identificación de las obras que resultaron ejecutadas como resultado de los sobornos pagados.
3. Identificación de las personas físicas y jurídicas que facilitaron y/o coadyuvaron a entregar los sobornos.
4. Indicación del monto de los sobornos entregados, y el mecanismo financiero utilizado para hacerlo llegar a los sobornados, intermediarios o personas interpósitas, debiendo suministrar en ese sentido las cuentas bancarias, registro contable y cualquier otra información a tales fines.
5. Prestación de declaraciones en el marco de las solicitudes de cooperación internacional y comisiones rogatorias realizadas por el Ministerio Público.
Todos estos puntos están tomados literalmente de lo que fue homologado ayer por el Juez Quevedo y ratificados en conferencia de prensa por Jean Alain Rodríguez, quien prometió entregar los nombres de los que dice Odebrecht entregó sobornos en el país para conseguir privilegios en la construcción de obras de infraestructura, a mas tardar el día 19 de mayo, es decir en solo un mes.
Ahora, en un Estado de Derecho, como el que decimos existe en la República Dominicana, los que resulten acusados por los hechos confesados por los brasileños, no pueden ser condenados por la PGR, ni por los comentaristas de televisión o radio, esto tendrá que seguir el curso que manda la ley y los códigos que sostienen nuestra organización jurídica.
Siempre hemos sostenido que la culpabilidad o no de un imputado lo determina un juez o un grupo de jueces en los casos de los tribunales colegiados, porque eso es lo que dice la ley, en este caso el principal testigo de cargo será la propia compañía Odebrecht y sus ejecutivos, solo que esto es el resultado de ese acuerdo tan vapuleado por algunos.
Lo mejor que puede pasar es que ya la investigación sea entregada por la PGR en base a las pruebas y testimonios que ya posee a un juzgado de instrucción para que sea en esta instancia donde se concluya de instruir el caso y pase a un juzgado penal para su discusión definitiva, es decir, que el o los expedientes derivados de la confesión de Odebrecht en cuando a la República Dominicana, sigan el curso determinado por nuestras leyes.
Esto parece ser lo que no quieren algunos, que el tema termine en el Poder Judicial, que es el lugar donde se dirimen este tipo de casos, ya que cuando llegue a esta instancia se acabó el discurso político sostenido sobre este tema en los últimos meses, y cuando esto ocurra a muchos políticos del patio se les acabará el libreto y tendrán que buscar otras cosas de que hablar cosa muy difícil por la aridez de ideas que los caracteriza.