EL NUEVO DIARIO, EEUU.- En su última semana en la Casa Blanca, el presidente Barack Obama rindió homenaje a los Cachorros de Chicago por haber conquistado el título de campeones de las Grandes Ligas tras una espera de 108 años.
Obama, aunque es fanático del otro equipo de la ciudad, los White Sox, destacó el logro de los campeones y su capacidad para cambiar el rumbo del conjunto, pese al escepticismo.
"Decían que este día nunca llegaría", proclamó Obama tras recibir de Anthony Rizzo camisas tanto de home club como de visitante con su número 44, que es además su número como presidente. También le otorgaron un pase permanente al Wrigley Field y una bandera con la "W", de victoria en inglés, con la que los fanáticos celebran cada triunfo de su escuadra.
Además, el presidente del equipo, Theo Epstein, otorgó un perdón especial a Obama por ser fanático de los White Sox.
Este 20 de enero Obama dejará la Casa Blanca para dar paso a su sucesor, el mandatario electo, Donald Trump.
