Con frecuencia se analiza la conducta de quienes componemos la sociedad dominicana y por lo regular resulta muy particular, sobre todo, porque no siempre vivimos apegados a reglas y disciplina.
Nuestra conducta es dejar casi siempre todo para el último momento, como si nos encantara vivir en el borde de las situaciones más disímiles. Luego salimos todos al mismo tiempo a resolver los problemas que nos demandan las coyunturas. El paso del huracán Irma nos vuelve a mostrar esta conducta que ya tanto nos caracteriza.
En las últimas horas hemos salido a dejar vacíos los escaparates como si el mundo se nos viniera encima. Así como nos mostramos descuidados sacamos nuestras angustias.
Ojalá que todo pase bien.