Es posible que la República Dominicana no esté tan bien como la pinta el presidente Danilo Medina Sánchez, pero tampoco tan mal como quieren presentarla sus opositores. Los políticos siempre exageran, bien cuando enarbolan sus propios éxitos o cuando niegan los de sus adversarios.
Así el discurso de rendición de cuentas del mandatario este 27 de Febrero encontrará muchas resistencias, y tendrá que comprenderse en un año próximo a unas elecciones. Y cuando en muchos aspectos de su intervención pudieran detectarse ciertos pujos reeleccionistas.
Pero el discurso del presidente Medina ha sido interesante, pues nos convida a reflexionar más allá de una gestión para ver la nación en su verdadero potencial.