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24 de abril 2024
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OpiniónRolando FernándezRolando Fernández

¿Por qué no otras medidas correctivas asociadas a lo económico?

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¿Cuánto crecería la economía del país con menos corrupción estatal, cero impunidades, al igual que los despilfarros de recursos financieros, entre otros, por parte del gobierno? También deben ser esos importantes factores a considerar, cuando de mediciones relativas se trate; como, la necesidad de agenciarse mayores recursos financieros para el fisco.

Es la importante pregunta que deben hacerse los tecnócratas del Fondo Monetario Internacional (FMI), como los títeres nacionales que les sirven de cajas de resonancia, por conveniencias obvias. ¡Jamás se deben dejar de lado esos flagelos monetarios tan lacerante!

Sería muy interesante ver cuáles serían los resultados, de incluirse esas “variables”, como ingredientes bastante negativos, en la determinación del llamado supuesto crecimiento económico de que tanto se habla con relación al país.

Claro, estaría eso  a  cargo también de los profesionales que trabajan preferentemente con los promedios, los gráficos y los pronósticos aéreos – economistas -, para que no todo quede  supeditarlo nada más que a un “fuerte ajuste fiscal” durante el presente año, como plataforma en parte para seguir cogiendo cuartos prestados; y, mordiendo al burro de carga – el pueblo -, imponiéndole mayores cargas impositivas, a los fines de lograr una suficiente obtención de ingresos fiscales, como eventual contrapartida..

Tremenda receta proveniente de los injerentes prestamistas internacionales en su último informe, que también los denominan como policías supervisores-controladores de las políticas económicas de los países que narigonean, bajo el ardid embaucador de un crecimiento económico del 5.5%, en el caso nuestro esta vez, durante el año 2018, que para todo pensante aquí, más que cuestionable resulta. (Véase periódico “Listín Diario”, edición de fecha 15-2-18).

De ese, es seguro que, tampoco los efectos traslativos derivados se reflejarán a nivel de las grandes mayorías populares, como es lo que ha ocurrido con respecto a años anteriores. ¡Se reportará por igual, como el mismo elefante blanco de siempre!

Es obvio que, ninguna recomendación proveniente de esos turpenes, representantes de los ricos del mundo, ronda todas las medidas correctivas que se deben introducir en el marco gubernamental de aquí, que deberían incluir, por hacer mención de algunas: el combate a la corrupción estatal y cero impunidad; un manejo más adecuado del gasto público; el no a los despilfarros de recursos en actividades politiqueras, como eso de estar entregando a los magnates de la entidades del ramo nacionales, grandes millonadas de pesos para uso en francachelas, sobornos y compras de conciencia, haciendo provecho de las necesidades pueblerinas; el hacer inversiones en gastos verdaderamente reproductivos; como, el endeudar menos el país con el exterior, etc.

Determinaciones como esas, en adición, sí que arrojarían muy buenos resultados para el país, en términos de enfrentar riesgos probables futuros, por eventuales efectos potenciales gravitantes en la economía mundial, a partir del incremento de los precios del petróleo, y las condiciones financieras restrictivas que se prevén venideras a nivel generalizado.

¡Pero no! Aquí nada más se está sugiriendo seguir potencializando la bomba de tiempo considerada de mayor peligro: la imposición de gravosas cargas impositivas en contra de los pueblos, sin reciprocidad alguna que recibir.

Qué continúen los mandamases nuestros llevándose del Fondo Monetario Internacional (FMI); que comprobado está, el que cae en esa fosa azarosa, difícilmente logra después salir de ella. Se les hace “presos de confianza” a los países que recurren a sus ventanillas.

Además, el golpe avisa. Qué recuerden los acaudalados explotadores que, cuando los pueblos se empoderan por no poder resistir más los abusos, nadie los detiene en sus reclamos y las retaliaciones por las que se inclinan; y, que aquellos que más tienen, son los que mayor pierden.

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