Los políticos dominicanos aunque no lo dicen tienen un concepto muy bajo de la memoria del pueblo, incluso algunos han aseverado que nosotros ni guardamos rencor ni agradecemos nada.
De ahí que muchos que han tenido hechas y participación en acontecimientos no muy santos siguen como el whisky aquel en la política y en los medios.
Pasa que esa forma de ver y vender a los hijos de la patria de Duarte anda divorciada de la realidad actual, y muchos están ajenos al asombro primero, al descontento después y al afán de justicia de un pueblo que se ha reconocido burlado y saqueado por quienes usaron el poder para beneficio de ellos, los suyos y el comité político del partido morado, los recientes y los otros por igual.
Tiene razón el presidente Luis Abinader, el pueblo los conoce y los reconoce, y está dispuesto y claro en que no se puede dar para atrás ni para coger impulso, eso sería tirar por la borda lo logrado y aceptar que somos un pueblo sin memoria que nos gusta que nos roben y nos engañen.
POR GERMÁN MARTÍNEZ