Cada vez que se van conociendo los detalles de los acontecimientos escandalosos, resulta menos comprensible la falta de responsabilidad política en el manejo de nuestras instituciones.
Gente sin calidad desempeñando cargos públicos, cuyos resultados son esos acontecimientos que estremecen a la sociedad. ¿Cuál es el beneficio que saca el ejercicio de la política en este modelo que nos gastamos en la sociedad dominicana?
Nadie parece apostar al propósito de hacerlo bien. Que nuestras instituciones operen sin un control sistemático para detectar a tiempo las irregularidades que pudieran cometerse en sus manejos, y más aún para asegurarnos que las mismas logren los mejores resultados. Es muy lamentable.